Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

22 de julio del 2025

En medio de la frenética transformación urbana de Lima, donde las torres de concreto amenazan con borrar la memoria arquitectónica de la ciudad, resiste altiva una joya neobarroca: la Casa Suárez. Ubicada en la cuadra 42 de la emblemática avenida Arequipa, en el distrito de Miraflores, esta mansión ha sobrevivido al tiempo, a los intereses inmobiliarios y al olvido institucional gracias a su singular diseño, a su historia fascinante y a los esfuerzos colectivos por conservarla. Es mucho más que una casa: es el retrato de una ambición, el eco de una época y un símbolo vivo de la elegancia limeña del siglo XX.

Construida entre fines de los años 30 e inicios de los 40, la Casa Suárez evoca a primera vista una réplica en miniatura del mismísimo Palacio de Gobierno. No es casualidad: fue diseñada por Ricardo de Jaxa Malachowski, el arquitecto que también remodeló el Palacio presidencial en la misma época. Esta mansión no solo reproduce la estética barroca virreinal con exactitud milimétrica, sino que lo hace con tal destreza que confunde a quienes la contemplan por primera vez. ¿Qué hace un “palacio” en el corazón de Miraflores? La respuesta nos conduce a una de las historias más curiosas del patrimonio limeño (Elizalde, 2023).

Arquitectura de poder: construcción, estilo y símbolo

El estilo arquitectónico de la Casa Suárez es un manifiesto visual del historicismo ecléctico que caracterizó a la élite limeña del siglo XX. Inspirada en el barroco virreinal, la mansión muestra una fachada recargada con frontones curvos, columnas salomónicas, estatuillas, balcones y ornamentación tallada en yeso, que simulan los retablos limeños de los siglos XVII y XVIII. El diseño fue obra del renombrado arquitecto polaco-peruano Ricardo de Jaxa Malachowski, quien logró fusionar la tradición andina con una aspiración europea palaciega, algo que en la década de 1940 representaba la cúspide del gusto aristocrático urbano (PUCP, 2010).

Originalmente, la propiedad abarcaba 2,000 m² y tenía acceso tanto a la Av. Arequipa como a la Av. Petit Thouars. El terreno fue luego reducido a 1,308 m² por sucesivas segregaciones. El inmueble, de dos pisos, albergaba 35 ambientes, entre los que destacan amplios salones, un comedor señorial, una capilla privada con la imagen del Señor de los Milagros, jardines interiores y una monumental escalera central. Este despliegue no era sólo decorativo: representaba el poder, el prestigio y la ambición de su propietario, quien deseaba vivir en un espacio que emulara la sede del poder nacional (Rosas, 2018).

La ubicación en la Av. Arequipa también fue estratégica. A inicios del siglo XX, esta arteria conectaba Lima con el balneario de Miraflores, y aún conservaba un carácter semi-rural con quintas y grandes solares. Allí, una mansión barroca destacaba con autoridad casi virreinal, anticipando la expansión urbana que, décadas después, transformaría el distrito. La Casa Suárez no solo se adaptó a ese nuevo entorno, sino que se convirtió en uno de sus hitos más reconocibles (PUCP, 2010).

Con el paso del tiempo, su figura singular –blanca, simétrica, imponente– se volvió un referente visual en la ciudad. A diferencia de muchas casonas que han sido demolidas, la Casa Suárez se mantuvo en pie como símbolo del pasado republicano, resistiendo silenciosa el paso de las modas arquitectónicas y el avance del cemento. Su fachada es más que un ornamento: es un acto de memoria urbana (Miraflores, 2021).

El médico que soñó con ser presidente

El promotor y primer propietario fue el Dr. Gay Suárez del Castillo, médico urólogo y figura relevante de la sociedad limeña de su tiempo. Suárez, nacido en 1895, no solo brilló en el campo de la medicina, sino que también incursionó en la política como diputado durante el gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1939-1945). Se cuenta que aspiraba a la presidencia de la República y que, al no conseguirlo, decidió construir su propio palacio. Así nació la Casa Suárez, apodada “la casa que quiso ser Palacio” por los limeños (Rosas, 2018).

El vínculo de Suárez con el arquitecto Malachowski fue determinante. Su amistad le permitió encargarle un proyecto fuera de lo común: una residencia que imitara la fachada del Palacio de Gobierno, como si el poder político pudiera trasladarse a una propiedad privada. Este gesto revela una concepción del poder como espectáculo, como arquitectura, como presencia escenográfica. En cierto modo, la casa funcionó como una prolongación de la figura del médico-político, su monumento personal (PUCP, 2010).

Durante los años 40 y 50, la Casa Suárez fue escenario de recepciones, tertulias y encuentros con figuras de la élite limeña. Aunque no era una sede oficial, su diseño y el rol social de su dueño le dieron un aire institucional. En sus salones se discutía política, se celebraba con pompa y se tejían redes de influencia. A diferencia de otras mansiones más discretas, esta era una casa pensada para ser vista, para impresionar y para perdurar (Odar, 2022).

El Dr. Suárez habitó la casona hasta su muerte en 1968, ocurrida en uno de sus dormitorios. Luego, el inmueble pasó a manos de sus descendientes, quienes la conservaron como vivienda familiar por varias décadas. La historia de la casa está entrelazada con la historia de su fundador: un hombre que soñó con liderar el país, pero que terminó dejando su marca en piedra y cal, en un palacio doméstico que desafió la lógica de lo posible (Elizalde, 2023).

Declive, amenaza y renacimiento patrimonial

A fines del siglo XX, la Casa Suárez enfrentó un destino incierto. El crecimiento inmobiliario en Miraflores hizo del terreno una codiciada pieza para desarrolladores, mientras que la conservación de la mansión se volvía cada vez más costosa para los herederos. Durante los años 2000, incluso se colocaron carteles de “Se vende” y hubo propuestas para demolerla y levantar allí un edificio moderno. El peligro era real: el patrimonio limeño ya había perdido casas señoriales como la Marsano (Rosas, 2018).

La reacción ciudadana, junto con la presión de colectivos patrimoniales, logró que en mayo de 2007 la Casa Suárez fuera declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el entonces Instituto Nacional de Cultura. Esta declaratoria impide su demolición o alteración sustancial, garantizando su conservación para las generaciones futuras. Fue una victoria significativa en una ciudad donde el patrimonio suele perder ante el mercado (Odar, 2022).

En 2016, la Municipalidad de Miraflores implementó un sistema innovador: la transferencia de derechos edificatorios. Esto permitió a los propietarios vender el derecho de construir pisos adicionales a empresas inmobiliarias, pero en otros lugares. Con esos fondos, la familia pudo restaurar la casona sin ceder a la presión de vender el predio. La empresa V&V Inmobiliaria asumió la rehabilitación, bajo estricta supervisión técnica (Rosas, 2018).

La restauración duró casi dos años. Se consolidaron cimientos, se repararon maderas, se reprodujeron molduras con técnicas tradicionales y se pintó toda la fachada con cal blanca. En abril de 2018 se presentó oficialmente la Casa Suárez restaurada, reluciente y firme como en sus mejores días. Fue una obra pública-privada ejemplar, que demostró que sí es posible conservar el patrimonio si hay voluntad política, apoyo técnico y compromiso ciudadano (Elizalde, 2023).

Un palacio urbano que sigue vivo

Hoy, la Casa Suárez continúa siendo propiedad privada de los descendientes del Dr. Suárez del Castillo. Aunque no está abierta al público de manera regular, su presencia atrae a turistas, vecinos y amantes de la arquitectura que se detienen a observarla tras su reja de hierro forjado. A menudo es incluida en rutas patrimoniales no oficiales y ha servido de escenario para sesiones fotográficas y filmaciones culturales (Miraflores, 2021).

Desde su restauración, se ha planteado su posible uso como centro cultural, museo, o sede institucional, respetando siempre las normas de protección vigentes. Aunque no hay una decisión definitiva, estas propuestas reflejan un interés creciente por dar a la casa un uso que combine el respeto patrimonial con algún nivel de acceso público. Su potencial como espacio cultural es enorme, no solo por su belleza, sino por la historia que encierra (PUCP, 2010).

Arquitectónicamente, la Casa Suárez representa la persistencia del barroco limeño como lenguaje de poder, incluso en plena modernidad. Su valor no reside solo en su antigüedad, sino en su carácter único, en su capacidad de resistir a la homogeneización urbana. En un distrito como Miraflores, donde pocas casas sobreviven a la voracidad del mercado, este “pequeño palacio” se mantiene erguido como símbolo de lo que Lima fue, y de lo que aún puede conservar (Odar, 2022).

En tiempos donde el pasado parece ceder ante la prisa del presente, la Casa Suárez recuerda que la memoria también se construye en piedra, en volutas talladas, en jardines interiores, en muros que han sido testigos de ambiciones, celebraciones y resistencias. Su legado no es solo arquitectónico: es también una lección sobre lo que estamos dispuestos a preservar (Elizalde, 2023).

Referencias

Elizalde, P. (9 de Noviembre de 2023). Infobae. Obtenido de La Casa Suárez y su parecido con Palacio de Gobierno: esta es la razón por la que se construyó en Miraflores : https://www.infobae.com/peru/2023/03/07/una-replica-de-palacio-de-gobierno-en-miraflores-la-idea-de-un-medico-que-sonaba-con-ser-presidente/

Miraflores, M. (1 de Julio de 2021). Municipalidad de Miraflores. Obtenido de La Casa Suárez. Monumento arquitectónico de significación monumental local recuperada por la Municipalidad de Miraflores.: https://www.youtube.com/watch?v=YAFdg94LsuY

Odar, D. (8 de Octubre de 2022). La República. Obtenido de ¿Sabías que existe una réplica del Palacio de Gobierno? Conoce cómo llegar a la Casa Suárez: https://larepublica.pe/datos-lr/respuestas/2022/10/09/palacio-de-gobierno-sabias-que-existe-una-replica-de-la-casa-de-pizarro-conoce-como-llegar-a-la-casa-suarez-lima-peru-gay-suarez-ricardo-jaxa-malachowski-evat

PUCP, B. (13 de Noviembre de 2010). Blog pucp. Obtenido de La biblioteca marquense: https://blog.pucp.edu.pe/blog/labibliotecamarquense/2010/11/13/su-rez-la-casona-que-quiso-ser-palacio/

Rosas, Y. (4 de Abril de 2018). El Comercio. Obtenido de Miraflores: casa similar a Palacio de Gobierno fue restaurada: https://elcomercio.pe/lima/sucesos/miraflores-casa-similar-palacio-gobierno-restaurada-noticia-509478-noticia/