Artículo de información

José Carlos Botto Cayo

9 de agosto del 2025

La muerte se viste de Dios,
cuando el mundo estalla
en astillas de recuerdos,
que carcomen la mente.

Alma que no seduce,
pensamientos sombríos,
lágrimas de sangre,
aguardando el momento final.

La muerte se viste de Dios,
cuando el canto se apaga,
y los frágiles cuerpos de los canarios
yacen rotos en el piso.

La muerte se viste de Dios,
cuando los gritos no llegan,
y, en el puerto de los desposeídos,
una gran mano aprieta.

La muerte,
sí, mi Dios,
la muerte se reviste de ti,
en toda esta historia terrena.

Cuando el amor naciente
es asfixiado por la condena,
instantes de espanto,
en un asesinato anunciado.

Fuente: Botto Cayo, J. C. (s.f.). Bottocayo. Obtenido de https://bottocayo.com/