Artículo de información
José Carlos Botto Cayo
27 de setiembre del 2025
Un aroma de mujer,
delicado y sutil,
culminó un viaje de milenios
en una ventana cercana.
Tan poderosa fragancia
traía consigo un recuerdo
solo reconocible por sus actores:
sensaciones tan antiguas
como el renacer de un fénix,
que, ceniza a ceniza, va recreándose.
Como los sueños,
como los amores,
como los reencuentros.
Es así que, al llegar a mí,
un remolino de pasiones surgió,
llevándome a moldear tu rostro
en esos sueños escritos
que siempre llevo conmigo.
Comprendí el significado de eternidad,
que en mi soledad olvidé
y solo pude recordarlo con tu amor,
ya que el tiempo lleva tu nombre
y usa el aire para suspirarlo en mi alma.
Es que te amé desde el origen,
cuando planeábamos nuestras vidas futuras,
siempre planteando el juego del reencuentro,
sabiendo que coincidiríamos una vez más.
Como hoy,
como ayer,
como en las próximas vidas.
Solo para amarnos nuevamente
y cerrar nuevos círculos,
que culminan con un «te amo».
Fuente: Botto Cayo, J. C. (s.f.). Bottocayo.com Obtenido de https://bottocayo.com/