Nada en la cara,
rostro sin expresión,
asombrado en silencio
frente a los ficheros actuales.
Personaje de costra marciana
llegando a reclamar los cielos,
deslumbrando a los incautos
con historias de Denébola insana.
La homeostasis del renacimiento
se ha extrañado
en estos lugares de muerte solitaria
donde el caballero de la noche perdió el rumbo.
Todos esperan su sentencia,
ricos y pobres observan del balcón
en una noche fría
de un verano que nunca llega.
El sueño empieza a cubrir el mundo,
oscureciendo los sueños que no llegan,
las esperanzas se desvanecen,
todo se acaba y solo nos queda el sueño.
José Carlos Botto Cayo
Fuente: Botto Cayo, J. C. (s.f.). Bottocayo. Obtenido de https://bottocayo.com/