¡El orden!
—mencionó el portero—,
buscando en sus bolsillos
papeles sucios y arrugados.

¿Dónde está el papel?,
se preguntó en silencio,
mirando hacia el infinito,
como recordando una vida.

¿Dónde está el cielo?,
miró el limbo interrogado,
pensando para sí,
las respuestas ahora perdidas.

Las horas siguieron su curso
y el curioso personaje
fue desapareciendo en las calles,
deambulando entre las miradas.

El orden,
los papeles,
el cielo,
son fragmentos de vida.

Muchos hombres desde su pequeñez
buscan en los rincones del alma respuestas,
creyendo que el mundo es una balada
cantada por los ángeles del alma.

José Carlos Botto Cayo

Fuente: Botto Cayo, J. C. (s.f.). Bottocayo. Obtenido de https://bottocayo.com/