Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

25 de setiembre del 2024

El Gobierno de La Magdalena se dio en un momento crítico para el Perú, tras la ocupación de Lima por las fuerzas chilenas en enero de 1881 durante la Guerra del Pacífico. Con la capital bajo control enemigo y el presidente Nicolás de Piérola refugiado en el interior del país, un grupo de notables limeños, principalmente civilistas, formó un nuevo gobierno provisional bajo la presidencia de Francisco García Calderón. Este régimen, establecido con la anuencia del alto mando chileno, se instaló en el pueblo de La Magdalena, en las afueras de Lima, de ahí su nombre (Guzmán Palomino, 2018).

El Gobierno de La Magdalena representaba los intereses de la oligarquía limeña y buscaba negociar la paz con Chile, en contraposición a la resistencia armada propugnada por Piérola. Su legitimidad era cuestionada por gran parte del país, que lo veía como un títere de los chilenos. En este contexto de crisis nacional, García Calderón intentó navegar entre las exigencias chilenas, las presiones de las potencias extranjeras (especialmente Estados Unidos) y los intereses económicos de su grupo social, particularmente en relación con el lucrativo negocio del salitre. Este periodo turbulento revelaría las profundas divisiones internas del Perú y las complejas dinámicas internacionales que rodeaban el conflicto, marcando un capítulo crucial en la historia de la Guerra del Pacífico y sus consecuencias para el Perú (Guzmán Palomino, 2018).

El surgimiento de la presidencia en La Magdalena: crisis y oportunismo

La presidencia de Francisco García Calderón en La Magdalena surgió en un contexto de profunda crisis nacional. Tras la caída de Lima en manos chilenas en enero de 1881, el presidente Nicolás de Piérola abandonó la capital, dejando un vacío de poder que fue rápidamente aprovechado por la élite limeña. Esta situación de desgobierno, combinada con la presencia de las fuerzas de ocupación chilenas, creó las condiciones para el establecimiento de un nuevo régimen (Obando, 2022).

El grupo de “notables” que eligió a García Calderón como presidente provisional estaba compuesto principalmente por miembros del Partido Civil, representantes de la oligarquía limeña. Este sector buscaba una salida negociada al conflicto, en contraste con la postura de resistencia a ultranza defendida por Piérola. La elección de García Calderón respondía a la necesidad de contar con un gobierno que pudiera entablar negociaciones con Chile y, al mismo tiempo, proteger los intereses económicos de la élite, particularmente en relación con el negocio del salitre (Obando, 2022).

La decisión de establecer el gobierno en La Magdalena, un pueblo en las afueras de Lima, no fue casual. Este lugar, declarado territorio neutral por las fuerzas chilenas, ofrecía un espacio donde el nuevo régimen podía operar con cierta autonomía, aunque bajo la mirada vigilante de los ocupantes. La ubicación simbolizaba tanto la precariedad del nuevo gobierno como su dependencia del beneplácito chileno (Obando, 2022).

El Gobierno de La Magdalena representaba, en esencia, un intento de la élite limeña por mantener el control político y económico en un momento de crisis nacional. Su legitimidad fue cuestionada desde el principio, no solo por los seguidores de Piérola sino también por amplios sectores de la población peruana que lo veían como un régimen colaboracionista. Esta percepción se vería reforzada por las posteriores negociaciones con Chile y las potencias extranjeras, que revelarían las complejas motivaciones detrás de la formación de este gobierno provisional (Obando, 2022).

Francisco García Calderón: De jurista a Presidente Provisorio

Francisco García Calderón Landa fue un destacado jurista peruano y expresidente de la Compañía Salitrera del Perú. Su trayectoria profesional lo posicionó como una figura respetada en los círculos políticos y económicos de Lima, especialmente entre la élite vinculada al negocio del salitre (López Chang, 2020).

Tras la ocupación de Lima por las fuerzas chilenas en enero de 1881, se generó un vacío de poder en la capital peruana. El presidente Nicolás de Piérola había huido a la sierra, dejando a la ciudad bajo el control del ejército invasor. En este contexto, un grupo de notables limeños decidió tomar la iniciativa para establecer un nuevo gobierno (López Chang, 2020).

El 22 de febrero de 1881, una junta compuesta por poco más de cien “notables” de Lima, en su mayoría civilistas, eligió a García Calderón como Presidente Provisorio de la República. Esta elección representaba un intento de la élite limeña por establecer un gobierno que pudiera negociar con Chile y proteger los intereses económicos del país (López Chang, 2020).

La elección de García Calderón contó con la anuencia del alto mando chileno, que veía en él a un posible interlocutor para negociar los términos de la desocupación del territorio peruano. El nuevo gobierno se instaló en el pueblo de La Magdalena, en las afueras de Lima, de ahí su nombre: “Gobierno de la Magdalena” (López Chang, 2020).

El Gobierno de la Magdalena: Entre la negociación y la resistencia

García Calderón asumió la presidencia en circunstancias extremadamente difíciles. Su gobierno carecía de control efectivo sobre la mayor parte del territorio nacional y enfrentaba la oposición del régimen de Piérola, que se mantenía activo en la sierra (Basadre Ayulo, 2001).

A pesar de las acusaciones de colaboracionismo, García Calderón adoptó una postura firme en las negociaciones con Chile. Su estrategia se centró en buscar apoyo diplomático internacional, especialmente de los Estados Unidos, para fortalecer la posición negociadora del Perú (Basadre Ayulo, 2001).

El gobierno de La Magdalena trabajó en un plan que buscaba pagar una indemnización a Chile sin ceder Tarapacá. Para ello, se apoyó en una alianza político-financiera con el Crédit Industriel et Commercial de Francia y en la mediación de los Estados Unidos. Esta posición le ganó gradualmente el apoyo de importantes líderes militares peruanos como Lizardo Montero y Andrés A. Cáceres (Basadre Ayulo, 2001).

La firme negativa de García Calderón a ceder territorio nacional llevó al gobierno chileno a tomar medidas drásticas. El 6 de noviembre de 1881, el presidente provisorio fue arrestado y deportado a Chile, poniendo fin al experimento del Gobierno de la Magdalena. Este acto marcó el fracaso de los intentos peruanos por negociar una paz sin pérdida territorial y abrió una nueva fase en la ocupación chilena del Perú (Basadre Ayulo, 2001).

El legado del Gobierno de la Magdalena

El breve periodo del Gobierno de la Magdalena, encabezado por Francisco García Calderón, marcó un capítulo crucial en la historia de la Guerra del Pacífico. A pesar de su corta duración y su final abrupto, este gobierno tuvo consecuencias significativas tanto para el Perú como para el desarrollo del conflicto (Sehlinger, 1987).

Una de las principales consecuencias fue la profundización de las divisiones internas en el Perú. El surgimiento del gobierno de García Calderón, en oposición al régimen de Piérola, creó una dualidad de poder que debilitó aún más la posición negociadora peruana frente a Chile. Esta fragmentación política se extendió más allá de Lima, afectando la unidad nacional en un momento crítico para el país (Sehlinger, 1987).

El fracaso de las negociaciones de García Calderón con Chile, y su posterior captura y exilio, pusieron de manifiesto la intransigencia chilena respecto a sus demandas territoriales. Este desenlace allanó el camino para que otros líderes peruanos, como Miguel Iglesias, optaran por una política de rendición y aceptación de las exigencias chilenas, lo que eventualmente llevaría a la firma del Tratado de Ancón en 1883 (Sehlinger, 1987).

Finalmente, el episodio del Gobierno de la Magdalena reveló las complejidades de la diplomacia internacional en el conflicto. La inicial intervención de Estados Unidos a favor del Perú, seguida de su posterior retracción, demostró la volátil naturaleza de las alianzas internacionales y la limitada capacidad de influencia de las potencias extranjeras en el desenlace de la guerra. Este escenario sentó las bases para una reconfiguración geopolítica en la región sudamericana que perduraría por décadas (Sehlinger, 1987).

Referencias

Basadre Ayulo, J. (2001). Los juristas de la República del Perú en el siglo xix: Francisco García Calderón Landa . Revista De Estudios Histórico-Jurídicos, (23), 471-486.

Guzmán Palomino, L. (2018). Lima, el Magdaleno y los chilenos. Desde el Sur | Volumen 10, número 1, Lima, 37-66.

López Chang, A. (2020). “Salvad la patria con la ley, y olvidáos de las personas”1: Discurso político del gobierno provisorio de Francisco García Calderón a través del diario “El Orden”, febrero-noviembre de 1881. Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Jujuy no.58.

Obando, M. (30 de Noviembre de 2022). Infobae. Obtenido de Así fue el cautiverio del expresidente Francisco García Calderón por defender al Perú: https://www.infobae.com/america/peru/2022/11/30/asi-fue-el-cautiverio-del-expresidente-francisco-garcia-calderon-por-defender-al-peru/

Sehlinger, P. J. (1987). Páginas trágicas en la historia peruana: Las cartas del presidente cautivo Francisco García Calderón desde Chile en 1882. Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 142-149.