Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

18 de junio del 2024

Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho, fue una figura central en la independencia de América del Sur. Sus habilidades militares lo llevaron a obtener victorias cruciales contra las fuerzas realistas, mientras que su visión política y diplomática contribuyó a la formación de las nuevas naciones sudamericanas. Como cercano colaborador de Simón Bolívar, Sucre compartió y ayudó a materializar el ideal de una América unida y libre .

Más allá del campo de batalla, Sucre se distinguió como estadista y humanista. Contribuyó a la redacción de tratados para humanizar la guerra y, como primer presidente de Bolivia, impulsó reformas progresistas en educación y derechos sociales. Su búsqueda constante de soluciones pacíficas y conciliadoras en los conflictos post-independencia lo posicionó como uno de los líderes más visionarios de su época. La trayectoria de Sucre encarna los ideales de libertad, justicia y unidad que inspiraron los movimientos independentistas, convirtiéndolo en un referente de la emancipación y el progreso en América Latina.

Primeros Años y Formación del Libertador

Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá nació el 3 de febrero de 1795 en Cumaná, Capitanía General de Venezuela, que en ese entonces formaba parte del Imperio español. Provenía de una familia cuyos ascendientes eran originarios de Bélgica y España. Fue hijo de Vicente de Sucre Pardo y García de Urbaneja, militar y político español, y de María Manuela Alcalá y Sánchez (Fernández, 2004).

La infancia de Sucre estuvo marcada por la tragedia, pues perdió a sus padres a los siete años de edad. Este temprano infortunio moldeó su carácter, desarrollando en él una madurez precoz y un fuerte sentido de responsabilidad. Tras quedar huérfano, fue enviado a Caracas al cuidado de su padrino, el arcediano de la catedral, presbítero Antonio Patricio de Alcalá (Fernández, 2004).

En Caracas, Sucre inició sus estudios de ingeniería militar en la Escuela de José Mires. En 1809, aún adolescente, integró como cadete la compañía de Húsares Nobles de Fernando VII en Cumaná, unidad organizada por Juan Manuel Cagigal y Mac Swing, gobernador de la provincia de Nueva Andalucía. Esta experiencia marcó el inicio de su carrera militar (Santamarina, 2024).

En 1810, la Junta de Gobierno de Cumaná le confirió el empleo de subteniente de milicias regladas de infantería, grado que fue ratificado por la Junta Suprema de Caracas el 6 de agosto de ese mismo año. A partir de este momento, Sucre comenzó a ascender rápidamente en la jerarquía militar, desempeñando diversos cargos y participando en importantes acciones que marcarían el curso de la independencia sudamericana (Santamarina, 2024).

Ascenso Militar y Contribuciones a la Independencia

En 1812, Sucre ascendió al rango de teniente bajo el mando de Francisco de Miranda, sirviendo con distinción en las campañas contra los realistas. Tras la caída de la Primera República, se exilió brevemente en Trinidad, regresando en 1813 para unirse a las fuerzas de Santiago Mariño. Durante este período, contribuyó significativamente a la organización del Ejército de Oriente y fue ascendido a teniente coronel (Tamariz, 2017).

El año 1814 marcó un punto de inflexión en su carrera, cuando presenció la unión de las fuerzas de Occidente y Oriente en los valles de Aragua. Sin embargo, tras una derrota, se vio obligado a exiliarse nuevamente en las Antillas. A su regreso, continuó luchando por la causa independentista en Guayana y El Orinoco. En 1817, Simón Bolívar lo nombró Coronel, iniciando así una estrecha colaboración y amistad entre ambos líderes (Tamariz, 2017).

El talento militar de Sucre no pasó desapercibido, y en 1819 fue designado General de Brigada por Francisco Zea, presidente del congreso venezolano. Bolívar ratificó este nombramiento al año siguiente, solidificando la posición de Sucre como uno de sus lugartenientes más confiables. Esta confianza se vio reflejada en 1820, cuando Sucre desempeñó un papel crucial en la redacción del Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, un documento que puso fin a la crueldad de la Guerra a Muerte y estableció bases para el trato humanitario de los prisioneros (Lucena Salmoral, 2020).

En 1821, Sucre recibió el nombramiento de Jefe del ejército del Sur de Colombia, una responsabilidad que le permitiría demostrar su valía como estratega y líder militar. Este nombramiento marcó el inicio de una serie de campañas que culminarían en algunas de las victorias más decisivas en la lucha por la independencia sudamericana, preparando el escenario para los logros más significativos de su carrera militar y política (Lucena Salmoral, 2020).

Victorias Decisivas y Consolidación de la Independencia

La designación de Sucre como Jefe del ejército del Sur de Colombia en 1821 marcó el inicio de una serie de campañas militares cruciales para la causa independentista. Su primer gran desafío fue la liberación de Quito, culminando con la decisiva Batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822. Esta victoria no solo aseguró la independencia de lo que hoy es Ecuador, sino que también consolidó la reputación de Sucre como un brillante estratega militar. Siguiendo este éxito, Sucre se dirigió hacia el sur, adentrándose en territorio peruano (Tamariz, 2017).

El punto culminante de su carrera militar llegó con la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824. Este enfrentamiento, considerado por muchos historiadores como el decisivo de las guerras de independencia hispanoamericanas, demostró la maestría táctica de Sucre. Enfrentándose a fuerzas realistas superiores en número, logró una victoria contundente que prácticamente puso fin al dominio español en América del Sur continental. Por este triunfo, Sucre fue ascendido al rango de Gran Mariscal y se ganó el apodo de «Gran Mariscal de Ayacucho» (Lucena Salmoral, 2020).

Tras la victoria en Ayacucho, Sucre lideró la campaña final para liberar el Alto Perú (actual Bolivia), lo que llevó a la creación de la República de Bolivia. Nombrado primer presidente de la nueva nación, Sucre implementó una serie de reformas progresistas, enfocándose en la educación y los derechos sociales. Su administración se caracterizó por un esfuerzo constante por consolidar la independencia y sentar las bases para un gobierno estable y justo, aunque enfrentó desafíos como la oposición interna y amenazas externas (Lucena Salmoral, 2020).

La presidencia de Sucre en Bolivia fue breve. En abril de 1828, enfrentó un intento de asesinato que lo dejó gravemente herido. Este incidente, junto con la creciente inestabilidad política en la región, lo llevó a renunciar a la presidencia en 1828. Sucre regresó a su natal Gran Colombia, donde continuó participando en asuntos políticos y militares. Asistió al Congreso Admirable de 1830 en Bogotá, convocado por Simón Bolívar en un intento por mantener unida la Gran Colombia. Sin embargo, los esfuerzos de Sucre por mediar en los conflictos políticos de la época no lograron evitar la disolución de la Gran Colombia (Tamariz, 2017).

Últimos Años y Legado

El 4 de junio de 1830, mientras viajaba de Bogotá a Quito, Sucre fue asesinado en la montaña de Berruecos, en el sur de Colombia. Las circunstancias exactas de su muerte permanecen en debate, pero se considera generalmente que fue víctima de una emboscada política. Su muerte a los 35 años de edad conmocionó a la comunidad independentista y marcó el fin de una era en la historia sudamericana (Fernández, 2004).

El impacto de Sucre en la independencia y formación de las naciones sudamericanas fue significativo. Su carrera militar incluyó victorias cruciales como las batallas de Pichincha y Ayacucho, que fueron determinantes para la liberación de Ecuador, Perú y Bolivia del dominio español. Como estadista, su breve pero influyente presidencia en Bolivia sentó las bases para el desarrollo institucional del país (Fernández, 2004).

Tras su muerte, Sucre fue honrado de diversas formas en toda América del Sur. La ciudad de Sucre, capital constitucional de Bolivia, fue nombrada en su honor. En Ecuador, la provincia de Sucre lleva su nombre, al igual que numerosas calles, plazas y monumentos en varios países latinoamericanos. Su figura histórica continúa siendo objeto de estudio y reconocimiento por su papel en la independencia sudamericana y en la formación de las nuevas repúblicas (Tamariz, 2017).

Referencias

Fernández, T. y. (12 de Setiembre de 2004). Biografias y vidas. Obtenido de Antonio José de Sucre: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sucre.htm

Lucena Salmoral, M. (2 de Marzo de 2020). Real Academia de la lengua. Obtenido de Antonio José de Sucre y de Alda: https://dbe.rah.es/biografias/15018/antonio-jose-de-sucre-y-de-alda

Santamarina, M. Á. (3 de Febrero de 2024). Zenda libros. Obtenido de Antonio José de Sucre y Alcalá, el Gran Mariscal de Ayacucho: https://www.zendalibros.com/antonio-jose-de-sucre-y-alcala-el-gran-mariscal-de-ayacucho/

Tamariz, D. (24 de Diciembre de 2017). El Peruano. Obtenido de Antonio José de Sucre: https://elperuano.pe/noticia/62369-antonio-jose-de-sucre