Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

25 de setiembre del 2025

La Sonora Matancera no es solamente una orquesta cubana, es una leyenda que resume un siglo entero de la música popular latinoamericana. Fundada en 1924 en el barrio de Ojo de Agua, en Matanzas, Cuba, se convirtió en una verdadera escuela de ritmos caribeños y en semillero de cantantes que luego serían estrellas de renombre internacional. Por sus filas pasaron voces tan memorables como las de Celia Cruz, Daniel Santos, Nelson Pinedo, Alberto Beltrán, Leo Marini o Bienvenido Granda, todos ellos protagonistas de un repertorio que unió el son, la guaracha, el bolero y la salsa en una misma tradición viva (Barros, 2023).

Hablar de la Sonora Matancera es repasar la historia de un siglo de música en América Latina, donde la orquesta no solo fue testigo de los cambios sociales y culturales, sino también protagonista de la difusión de ritmos afrocaribeños en todo el continente. Desde sus primeras presentaciones en Cuba hasta los homenajes y celebraciones por sus cien años, la Sonora Matancera se mantiene como referente indiscutible y como símbolo de resistencia cultural. Con más de 4000 grabaciones registradas, innumerables giras y un legado que llega hasta nuestros días, la agrupación es reconocida incluso por el Libro Guinness de los Récords como la más antigua en actividad (Pérez Villareal, 2024).

Los orígenes en Matanzas (1924-1939)

El 12 de enero de 1924, Valentín Cané reunió a un grupo de músicos en Matanzas para formar lo que en sus inicios fue un sencillo sexteto. La primera denominación fue Tuna Liberal, pues amenizaban actividades políticas, y con el tiempo pasaron a llamarse Sexteto Soprano, Estudiantina Matancera y finalmente Sonora Matancera, un nombre que reflejaba la potencia de sus trompetas y su carácter de conjunto sonoro (Rodríguez, 2024).

Durante la década de 1930 el grupo se consolidó en La Habana, donde se presentaban en emisoras de radio y empezaron a grabar sus primeros discos de 78 rpm. El piano y la percusión mayor se incorporaron a la formación, transformando lo que había sido un sexteto en un conjunto con sello propio. La radio fue fundamental para difundir su música: desde las ondas hertzianas, la Sonora se convirtió en la banda sonora de fiestas, reuniones familiares y celebraciones populares en toda Cuba (Pérez Villareal, 2024).

La influencia de Matanzas, una ciudad marcada por la herencia afrocubana, resultó esencial para la identidad de la orquesta. El son y la guaracha, ritmos nacidos en la confluencia de lo africano y lo hispano, encontraron en la Sonora un vehículo privilegiado. Los arreglos sencillos pero vibrantes, las letras cargadas de picardía y la fuerza de los metales definieron la sonoridad que con el tiempo haría escuela. Aquellos primeros años fueron de experimentación y de búsqueda de un estilo propio (Marquetti, 2024).

Una anécdota muy recordada es que, en los años treinta, el pianista Dámaso Pérez Prado —quien luego sería conocido como el “Rey del Mambo”— llegó a tocar brevemente con ellos. Aunque su paso fue fugaz, este encuentro resume cómo la Sonora era ya un espacio de formación y de tránsito para grandes músicos que más tarde marcarían época en distintos géneros (Márquez, 2024).

La época dorada y las grandes voces (1940-1959)

Con la llegada de los años cuarenta y la dirección firme de Rogelio Martínez, la Sonora Matancera entró en su etapa más célebre. Fue entonces cuando la orquesta se transformó en semillero de cantantes que marcarían generaciones. Daniel Santos, conocido como “El Inquieto Anacobero”, grabó decenas de guarachas y boleros con ellos; Nelson Pinedo, “El Almirante del Ritmo”, aportó el sabor colombiano; Leo Marini, el argentino, llenó de romanticismo sus boleros; y Celia Cruz, “La Guarachera de Cuba”, se convirtió en la voz femenina más emblemática del conjunto (Barros, 2023).

La Sonora Matancera no solo reunía a cantantes diversos, sino que lograba integrarlos en un mismo estilo. La orquesta ofrecía un repertorio que iba desde el son montuno hasta el bolero sentimental, pasando por guarachas aceleradas y cumbias adaptadas. La base instrumental mantenía una coherencia rítmica que permitía a los intérpretes brillar sin perder la identidad sonora del conjunto. En este sentido, la Sonora fue pionera en articular un sonido panamericano, capaz de resonar tanto en México como en Argentina, Venezuela, Puerto Rico o Colombia (Pérez Villareal, 2024).

Una de las características más recordadas de esta etapa fue la disciplina musical. Rogelio Martínez exigía puntualidad, seriedad y dedicación absoluta. El uniforme impecable de saco y corbata en el escenario simbolizaba la profesionalidad con la que se asumía la música popular. Esa imagen, junto al virtuosismo de los metales y la cadencia de las percusiones, convirtió cada presentación en un espectáculo de identidad cultural (Rodríguez, 2024).

El éxito de la Sonora en estos años también estuvo ligado al cine y la radio internacional. En México, por ejemplo, la orquesta grabó películas musicales que ayudaron a difundir su estilo. Además, los discos de 45 y 33 rpm llevaron sus canciones a nuevos públicos. La voz de Celia Cruz con piezas como Burundanga y La negra tiene tumbao quedó grabada en la memoria colectiva, marcando la transición de la Sonora de agrupación local a fenómeno continental (Leyton, 2024).

El exilio y la reinvención (1960-1979)

La Revolución Cubana de 1959 fue un parteaguas en la historia del conjunto. En 1960, durante una gira en México, la Sonora Matancera decidió no regresar a Cuba. Aquella decisión implicó un nuevo destino en el exilio, con México como primera base y luego con giras permanentes por América Latina y Estados Unidos. Celia Cruz y otros integrantes asumieron este cambio como un desafío para seguir difundiendo su música en medio de la diáspora (Barros, 2023).

El exilio significó también una renovación. Nuevos cantantes como Justo Betancourt, Welfo Gutiérrez o Roberto Torres aportaron frescura, mientras la orquesta adaptaba su sonido a las tendencias de la salsa que emergía en Nueva York y el Caribe. La Sonora se mantuvo fiel a sus raíces, pero supo dialogar con un público más amplio, integrando incluso boleros rancheros y baladas tropicales en su repertorio (Pérez Villareal, 2024).

En esta etapa se produjeron colaboraciones significativas con disqueras internacionales como Seeco, Orfeón y Fania. La alianza con esta última permitió que músicos de la talla de Ismael Miranda o Johnny Pacheco trabajaran junto a la Sonora, acercándola al fenómeno salsero de los años setenta. De esta forma, el conjunto se aseguró un lugar en la nueva ola de música tropical que conquistaba la juventud (Marquetti, 2024).

Una anécdota curiosa fue la reunión ocasional con Celia Cruz en los años ochenta, décadas después de su separación formal del grupo. El reencuentro sirvió para demostrar que, pese al paso del tiempo y a los cambios políticos, la identidad sonora compartida seguía intacta. Para muchos seguidores, aquellos conciertos fueron auténticos rituales de memoria y resistencia cultural (Márquez, 2024).

Referencias

Barros, D. (1 de Diciembre de 2023). Infobae. Obtenido de La Sonora Matancera celebra sus 100 años coqueteándole al reguetón: “Le metimos algunas cositas”: https://www.infobae.com/colombia/2023/12/01/la-sonora-matancera-le-coqueteo-al-regueton-y-celebra-sus-100-anos-completamente-renovados/

Marquetti, R. (11 de Enero de 2024). Café fuerte. Obtenido de La Sonora Matancera, cien años después: https://www.cafefuerte.com/musica/la-sonora-matancera-cien-anos-despues/

Márquez, E. (13 de Enero de 2024). Jornada. Obtenido de 100 años de la Sonora Matancera: https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/01/13/espectaculos/100-anos-de-la-sonora-matancera-6871

Pérez Villareal, F. (17 de Enero de 2024). Contexto. Obtenido de La Sonora Matancera: 100 años de la agrupación madre de la música afrocaribe: https://contextomedia.com/la-sonora-matancera-100-anos-de-la-agrupacion-madre-de-la-musica-afrocaribe/

Rodríguez, L. (12 de Enero de 2024). TeleSURtv. Obtenido de La Sonora Matancera: cien años muy intensos: https://www.telesurtv.net/la-sonora-matancera-cien-anos-muy-intensos/