Artículo de opinión
José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez
8 de enero del 2024
La región de Tumbes, ubicada en el extremo noroeste del territorio peruano, posee una dilatada historia que se remonta a los albores de la civilización andina. Grupos recolectores y pescadores habitaron esta zona hace más de 10,000 años, dando origen a importantes culturas preincaicas como Vicús y Tallán, caracterizadas por su avanzada orfebrería, cerámica y sistemas de irrigación.
Durante el apogeo incaico en el siglo XV, Tumbes fue incorporada al Tahuantinsuyo. Los incas construyeron canales e integraron la región cultural y económicamente al imperio. Tumbes adquirió gran relevancia al ser el primer territorio americano explorado por los españoles en 1532, iniciando así el crucial proceso de la conquista del Perú. A lo largo de la colonia y la república, Tumbes ha conservado sus ancestrales raíces culturales al tiempo que se articula paulatinamente con la nación peruana.
Orígenes prehispánicos
El valle bajo del río Tumbes, denominado por los Incas “valle sagrado”, estuvo habitado desde el segundo y tercer milenio a. C. por gentes que procedían de la costa ecuatoriana y que se dedicaban a la pesca, recolección y agricultura incipiente. Hacia el 1200 a. C. se inicia el desarrollo de la cultura Vicús, caracterizada por una alfarería innovadora y de alta calidad artística, orfebrería y metalurgia del cobre, oro y plata (Aldana, 2002).
Hacia el siglo VIII de nuestra era se inicia el desarrollo de la brillante cultura Tumi, que llega a su apogeo entre los años 900 a 1375 d. C. Se distinguen en este período, por la belleza y singularidad de sus realizaciones cerámicas y orfebres, los estilos Tumbes y La Tolita. A partir de 1470 se impone la cultura Chimú o Chimor, que absorbe e integra a las anteriores (Aldana, 2002).
La integración incaica
Hacia 1470 se impone la cultura Chimú o Chimor, que absorbe e integra a las culturas previas en la región. Poco después, con la expansión del Imperio Inca bajo el gobierno de Túpac Yupanqui a finales del siglo XV, Tumbes es incorporada al Tahuantinsuyo. Los incas construyeron canalizaciones e implementaron mejoras en los sistemas de irrigación preexistentes. Asimismo, establecieron gobernantes y mitimaes procedentes del Cusco para asegurar el control político sobre la zona. Se integró económicamente a Tumbes con el resto del imperio a través del sistema de economía redistributiva practicado por los incas. Finalmente, se difundieron en la región aspectos culturales y lingüísticos propios de los Andes centrales. De esta manera, Tumbes quedó plenamente integrada al Tahuantinsuyo hacia los años previos a la llegada de los españoles (Aldana, 2002).
La conquista española de Tumbes
La llegada de los españoles a Tumbes en 1532 marcó el inicio de un turbulento periodo para la región. El explorador Pizarro arribó primero a la isla del Gallo en la costa tumbesina, ondeando los estandartes de Castilla como señal de toma de posesión. Luego se dirigió al puerto del río Tumbes donde fue bien recibido por el curaca Chilimasa. Los relatos dan cuenta de un rico y fértil territorio. Tras permanecer algunos meses, Pizarro regresó a España en busca del apoyo real para la conquista del Perú (Hocquenghem, 1994).
En 1528, con la capitulación real que lo nombraba gobernador y capitán general, Pizarro retornó al mando de la segunda expedición. En Tumbes se encontró con la sorpresa de hallar la región arrasada tras la invasión inca liderada por Quizquiz en venganza por el apoyo brindado a los españoles. Sin embargo, esto no disuadió a Pizarro de llevar adelante la exploración de los territorios andinos, teniendo a Tumbes como entrada para la expedición que culminaría con la caída del imperio incaico (Hocquenghem, 1994).
Tumbes durante el Virreinato del Perú
Tras la conquista española y la caída del Imperio Inca en 1532, Tumbes pasó a formar parte de los extensos territorios del flamante Virreinato del Perú establecido en 1542. Los primeros años de dominio colonial fueron complejos en Tumbes por las sublevaciones de curacas locales y severas epidemias que diezmaron la población nativa (Luque Azcona, 2022).
Hacia 1560 Tumbes adquiere importancia como un punto de apoyo para los viajes de exploración hacia el sur. Asimismo, se establecen encomiendas españolas dedicadas al cultivo de algodón, caña de azúcar, yuca y plátano, activando el comercio entre Panamá y Lima. Sus astilleros cobran relevancia construyendo navíos utilizados en rutas virreinales (Luque Azcona, 2022).
Durante los siglos del virreinato, Tumbes vivió en relativa paz y prosperidad, si bien experimentó cierto retroceso demográfico y económico desde fines del siglo XVII. En términos socioculturales, la región desarrolló un intenso mestizaje entre elementos andinos, españoles y afrodescendientes. Así, Tumbes se integró plenamente como parte de la América virreinal hasta inicios del siglo XIX (Luque Azcona, 2022).
La independencia de Tumbes
Al igual que el resto de territorios virreinales americanos, Tumbes vivió con entusiasmo el inicio de la lucha independentista en 1821 luego de la invasión del libertador José de San Martín a Lima. Sin embargo, en 1823 la región fue ocupada por los realistas que resistían en el norte peruano. Recién en 1821, el mariscal Antonio José de Sucre lideró la campaña final para derrotar en Ayacucho al ejército español (Contreras, 2007).
Tras la capitulación y retirada definitiva española en 1825, Tumbes queda incorporada a la República Peruana naciente. En estas primeras décadas, la inestabilidad política y los conflictos entre caudillos afectaron seriamente a Tumbes, sumiéndola en la anarquía y el estancamiento. Entre 1836 y 1839, la región fue objeto de una infructuosa campaña militar ecuatoriana que buscaba anexionársela, siendo finalmente derrotada por el ejército peruano (Contreras, 2007).
A mediados del siglo XIX, Tumbes logró encaminar cierto progreso con la explotación del guano y la navegación fluvial. Asimismo, la integración territorial propiciada por el Estado peruano consolidó gradualmente la identidad de Tumbes como parte constitutiva de la república, la cual mantiene hasta el día de hoy (Contreras, 2007).
Referencias
Aldana, S. (2002). La otra historia: la historia regional. Historia Vol. 26 Núm. 1, 83-124.
Contreras, C. y. (2007). Historia del Perú contemporáneo: desde las luchas por la independencia hasta el presente. Lima: IEP instituto de estudios peruanos.
Hocquenghem, A.-M. (1994). Los españoles en los caminos del extremo norte del Perú en 1532 . Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines, tome 23, N°1, 1-67.
Luque Azcona, E. J. (2022). Historia, patrimonio e identidades : material didáctico sobre el centro histórico de Lima para estudiantes de Secundaria . Sevilla: Universidad de Sevilla.