Artículo de opinión
José Carlos Botto Cayo
15 de noviembre 2022
Es oportunidad de tratar acerca de una Santa peruana que, junto a nuestros otros cuatro santos, forman nuestros representantes en las tierras del señor. Se hace mucha mención a ella en nuestra historia y también en algunos otros países. Sin lugar a dudas es una persona de la cual podemos sacar una gran enseñanza. Fue una religiosa de la orden de los dominicos que fue nombrada como la primera santa de América
Su historia
Isabel Flores de Oliva, conocida también como Santa Rosa de Lima nació en el año de 1586, un 20 de abril, en la ciudad de Lima. Fue hija de Gaspar Flores y de la limeña María de Oliva. Recibió bautismo en la parroquia de San Sebastián de Lima, siendo sus padrinos Hernando de Valdés y María Oro. La familia estaba formada por un total de trece niños. Ella y sus parientes se mudaron al pueblo de Quives (localidad andina de la cuenca del Chillón, cercana a Lima) cuando su padre asumió el empleo de administrador de un obraje donde se refinaba mineral de plata (Fernández, 2022).
Con el paso de los años, recibirá el sacramento de la confirmación de manos de Santo Toribio de Mogrovejo, quien efectuaba una visita pastoral en la jurisdicción, el cual era arzobispo de Lima, en el año de 1595. Durante este acto, recibe el nombre de Rosa. A pesar de haber recibido otro nombre en su nacimiento (Isabel Flores de Oliva), este se debió por un sueño que tuvo su madre, en el cual su rostro se transformaba en esta flor. Exhibe las creencias religiosas de su madre, de quien aprendió música, canto y poesía, así como técnicas de costura, las cuales utilizó desde temprana edad para ayudar a sostener la economía familiar (Butler, 1954).
“Ocupándose de la «etapa oscura» en la biografía de Santa Rosa de Lima, que corresponde precisamente a sus años de infancia y primera adolescencia en Quives, Luis Millones ha procurado arrojar nueva luz mediante la interpretación de algunos sueños que recogen los biógrafos de la santa. Opina Millones que ésa pudo ser la etapa más importante para la formación de su personalidad, no obstante, el hecho de que los autores han preferido hacer abstracción del entorno económico y de las experiencias culturales que condicionaron la vida de la familia Flores-Oliva en la sierra, en un asiento minero vinculado al meollo de la producción colonial. Probablemente esa vivencia (la visión cotidiana de los sufrimientos que padecían los trabajadores indios) pudo ser la que dio a Rosa la preocupación por remediar las enfermedades y miserias de quienes creerían luego en su virtud” (Fernández, 2022).
Ella siempre destacó por ser solidaria y tener un gran compromiso con las personas. Al cabo de los años deciden dejar Quives y regresar a Lima. En ese entonces, la sociedad era muy religiosa y expresaban una fe muy profunda. Ella decidió seguir el ejemplo de la Santa Catalina de Siena, esto la llevo a apartarse de lo que conocía para entregarse a la castidad y en 1606 tomó el hábito en la iglesia de Santo Domingo (Infobae, 2022).
La vida espiritual
Siguiendo su vocación religiosa, va a tomar los hábitos de terciaria dominica en la iglesia limeña de Santo Domingo. Esto se da en el año de 1606, cuando empieza con sus labores desde su casa, debido a que su destino nunca estuvo en un convento. Desde su hogar siguió ayudando con las tareas cotidianas, así como ayudar a las personas más necesitadas. (Fernández, 2022).
A lo largo de las historias sobre su vida, encontramos una leyenda urbana, la cual menciona que Santa Rosa de Lima se llegó a conocer con el santo mulato San Martín de Porras. Las dos santidades fueron contemporáneas, y, a pesar de que no existen pruebas contundentes, se dice que tuvieron oportunidad de conversar algunas veces. Al mismo tiempo, fue contemporánea con Santo Toribio Alonso de Mogrovejo (m. 1606), San Francisco Solano (m. 1610) y San Juan Masías (m. 1645). “Abundaban entonces las atribuciones de milagros, curaciones y todo tipo de maravillas por parte de una población que ponía gran énfasis en las virtudes y calidad de vida cristianas”. (Martínez, s.f.)
Para el año 1615, Santa Rosa de Lima construyó una pequeña celda en el jardín de la casa de sus padres. En este lugar, un espacio de poco más de dos metros cuadrados, se recogía con fruición a orar y a hacer penitencia, practicando un severísimo ascetismo, con corona de espinas bajo el velo, cabellos clavados a la pared para no quedarse dormida, hiel como bebida, ayunos rigurosos y disciplinas constantes (Martínez, s.f.).
El misticismo
Santa Rosa va a conocer la explotación hacia los indígenas y va a preguntarse: Si los cristianos están obligados a predicar amor por todas partes. ¿Por qué llegaron a América con guerras, destrucción y odio? Esa idea la torturaba y la llevaba a preguntarse el porque deben sufrir los pobladores. En medio de las dudas y el dolor por la realidad, ella construiría un pequeño espacio dentro de la casa que le serviría para predicar (PROYECTO PANACA, 2020).
En su historia, podemos leer narraciones de sus experiencias místicas y de trance eran frecuentes, lo que hacía que cada semana ella experimentaba un éxtasis similar al de la hermana contemporánea, Santa Catalina de Siena. La tradición menciona que todos los jueves por la mañana guarda silencio con sus discursos y solo viene a mí los sábados por la mañana. También se le han atribuido varios dones, como las profecías (tradicionalmente, predijo su muerte un año antes) (Fernández, 2022).
En ese momento, Santa Rosa de Lima atravesaba un período de profundo vacío, sufriendo incomprensiones de familiares y amigos, pero todo esto resultó ser una experiencia espiritual intensa, entumecedora, extática, misteriosa y nunca perdida. Dive. Su espíritu (discípulo de componer canciones de amor con símbolos místicos) y la belleza de su rostro. Así alcanzó el escalón más alto de la escala mística, el matrimonio espiritual: en la iglesia de Santo Domingo conoció a Jesucristo, quien le pidió que fuera su esposa. Cuenta la tradición. El 26 de marzo de 1617 se celebraron sus místicos esponsales con Cristo. en la iglesia de Santo Domingo en Lima, con Fray Alonso Velásquez (uno de sus confesores) simbolizado como señal de la unión eterna puso un anillo en su mano (Fernández, 2022).
Su muerte llegaría un 24 de agosto de 1617, a los 31 años de edad. Esto había sido profetizado por ella un año antes. Coincidió el mismo día de las festividades de San Bartolomé, como ella misma lo profetizó. Cuenta el padre Leonardo Hansen que el día de sus exequias y entierro, los devotos se abalanzaban sobre su cuerpo para arrancarle la vestimenta en busca de un recuerdo, aclamándola como santa (De Peru, 2022).
“El proceso que condujo a la beatificación y canonización de Rosa de Lima empezó casi de inmediato, con la información de testigos promovida en 1617-1618 por el arzobispo de Lima, Bartolomé Lobo Guerrero. Tras cinco décadas de procedimiento, el papa Clemente IX la beatificó en 1668, y un año después la declaró patrona de Lima y de Perú. Su sucesor, Clemente X, la canonizó en 1671; un año antes la había declarado además patrona principal de América, Filipinas y las Indias Orientales. La festividad de Santa Rosa de Lima se celebra el 30 de agosto en la mayor parte de los países, pese a que el Concilio Vaticano II la trasladó al 23 de agosto (Fernández, 2022)”.
Referencias
Butler, A. (1954). Vida de los santos. México: C.I. John W. Clute, S. A.
De Peru. (agosto de 24 de 2022). Obtenido de https://www.deperu.com/calendario/1141/fallecimiento-de-santa-rosa-de-lima
Fernández, T. y. (10 de Noviembre de 2022). Biografia de Santa Rosa de Lima. Obtenido de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/rosa_de_lima.htm
Infobae. (23 de Agosto de 2022). Obtenido de https://www.infobae.com/america/peru/2022/08/23/santa-rosa-de-lima-y-la-historia-que-esconde-el-pozo-de-los-deseos/
Martínez, T. H. (s.f.). mcn biografias. Obtenido de https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=rosa-de-lima-santa
PROYECTO PANACA. (18 de Agosto de 2020). Biography of Saint Rose of Lima (video). YouTube.