Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

13 de abril del 2023

La historia republicana del Perú en el siglo XIX estuvo marcada por la presencia dominante de los militares en la política y el gobierno. Uno de los máximos exponentes de este militarismo fue el mariscal Ramón Castilla, quien ocupó dos veces la presidencia entre 1845 y 1862.

Castilla dirigió profundas reformas económicas, sociales y educativas que transformaron al Perú post-independentista, sentando las bases de la modernización del Estado y la sociedad en esta etapa fundacional (López, 2017).

Orígenes humildes y carrera militar

Ramón Castilla nació el 31 de agosto de 1797 en la localidad de Tarapacá, entonces perteneciente al Virreinato del Perú y hoy parte de Chile. Sus padres fueron don Pedro Castilla y doña Juana Marquesado Romero, una familia de orígenes modestos. De niño se desempeñó como leñador junto a su padre para luego emigrar a Chile e ingresar como cadete en el ejército realista (López, 2017).

Tras la revolución independentista, Castilla desertó de los realistas para unirse a las fuerzas libertadoras de José de San Martín en 1821. Su valor militar y liderazgo natural lo llevaron rápidamente a posiciones de mando en el naciente ejército peruano (Víctor Moreno, 2013).

Combatió en las decisivas batallas de Junín y Ayacucho, donde selló su fama como uno de los próceres militares de la independencia del Perú. Llegó a ser nombrado Prefecto de Arequipa en 1825 y Jefe del Estado Mayor en 1830 (López, 2017).

Lucha contra la Confederación Perú-Boliviana

En 1837, Ramón Castilla se sumó a la rebelión contra el presidente Andrés de Santa Cruz y su intento de unir al Perú y Bolivia bajo la Confederación Perú-Boliviana. Tras el fracaso de este levantamiento, debió exiliarse en Chile de donde regresaría en 1839 para participar en la batalla de Yungay, que significó el fin de la Confederación (Rojas Girón, 2020)

El triunfo en esta contienda catapultó la carrera política y militar de Castilla. Se convirtió en Ministro de Guerra del presidente Agustín Gamarra y posteriormente derrocó al mandatario Manuel Ignacio de Vivanco, devolviendo el gobierno al presidente constitucional Manuel Menéndez (Pinto Vallejos, 2018).

Primer gobierno (1845-1851)

En las elecciones de 1845, Ramón Castilla se impuso como candidato liberal y asumió por primera vez la presidencia de la República. Su llegada al poder coincidió con el boom exportador del guano, el cual brindó al erario nacional cuantiosos recursos para emprender una ambiciosa agenda modernizadora (López, 2017).

Uno de los principales logros de su primer gobierno fue la construcción del primer ferrocarril del Perú entre Lima y Callao en 1851, que conectó la capital con su principal puerto. Esta magna obra de ingeniería se realizó bajo contrato con capitalistas peruanos y marcó el inicio de la era ferroviaria en el país (López, 2017).

Asimismo, durante esta gestión se construyó el primer sistema de abastecimiento de agua potable y desagüe de Lima, se extendió el alumbrado público a gas y se edificaron los emblemáticos monumentos a Colón y Bolívar. En 1849 se fundó la primera Penitenciaría para reos sentenciados, hito en la modernización del sistema carcelario peruano (López, 2017).

Otros avances trascendentales fueron la abolición de la esclavitud de los negros traídos de África, la eliminación del tributo indígena que gravaba a la población nativa desde la colonia y los primeros intentos para establecer un presupuesto nacional (Víctor Moreno, 2013).

Revolución liberal y segundo gobierno

El primer gobierno de Castilla culminó en 1851 con el golpe de Estado del general José Rufino Echenique, quien estableció un régimen conservador apoyado en el ejército. Esto motivó que Castilla liderara una revolución liberal que derrocó a Echenique en la batalla de La Palma en 1855 y le permitió asumir nuevamente la presidencia (Pinto Vallejos, 2018).

Este segundo gobierno de Castilla entre 1855 y 1862 estuvo orientado a institucionalizar las reformas progresistas. En 1855 decretó la abolición definitiva de la esclavitud y el tributo indígena, medidas que liberaron a los sectores más oprimidos de la sociedad peruana de ese entonces (Rojas Girón, 2020).

También creó la Escuela de Ingenieros y la primera Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pasos inaugurales en la institucionalización de la educación laica y superior en el Perú. Asimismo, promulgó la Constitución liberal de 1856 que consagró amplias libertades individuales y consolidó la organización del Estado peruano (López, 2017).

En el plano económico, Castilla utilizó los recursos del guano para expandir la red ferroviaria hasta 8000 km e impulsar la navegación a vapor. También fomentó las comunicaciones con la implementación del telégrafo eléctrico y estableció aranceles proteccionistas para proteger la industria nacional (López, 2017).

Intervención militar en Ecuador

Uno de los episodios más controversiales del segundo gobierno de Castilla fue la intervención militar contra Ecuador de 1858 a 1860. El conflicto se originó cuando Ecuador cedió territorios amazónicos del Perú a acreedores británicos para reducir su deuda externa (Víctor Moreno, 2013).

Ante la intrusión, Castilla organizó una escuadra naval que bloqueó e invadió el puerto de Guayaquil, forzando la firma del Tratado de Mapasingue por el cual Ecuador anuló la cesión ilegal de tierras peruanas. Esta acción reafirmó la soberanía nacional sobre la Amazonía, pero fue impopular por sus tintes imperialistas (Víctor Moreno, 2013).

Legado del reformador militar

La carrera pública de Ramón Castilla culminó de forma abrupta cuando falleció en 1867, mientras planificaba una nueva sublevación contra el gobierno de turno. A pesar de su muerte prematura a los 70 años, Castilla dejó una importante contribución durante los 17 años que ejerció la presidencia de la República en el siglo XIX (López, 2017).

Impulsó reformas económicas, educativas y sociales que sentaron bases para la modernización del Estado peruano tras la independencia. La abolición de la esclavitud y el tributo indígena, la fundación de universidades laicas y la construcción de infraestructura como el ferrocarril, fueron algunos de los cambios realizados durante sus mandatos (López, 2017).

Si bien la obra de Castilla presenta aspectos controversiales y limitaciones propias de su época, es innegable que dirigió transformaciones decisivas para transitar de las estructuras coloniales a las de un país republicano moderno (López, 2017). El Perú heredó muchas de las instituciones e innovaciones impulsadas por este personaje central de la etapa fundacional de la República.

Referencias

López, C. y. (3 de Enero de 2017). Historia del Perú. Obtenido de Ramón Castilla: https://historiaperuana.pe/biografia/ramon-castilla

Pinto Vallejos, J. (2 de Junio de 2018). scielo. Obtenido de La construcción social del estado en el Perú: El régimen de Castilla y el mundo popular, 1845-1856: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-71942016000200008&lng=en&nrm=iso&tlng=en

Rojas Girón, M. (2020). La reforma educativa en el Perú 1972 -1975. La Vida y la Historia Vol. 7, N° 2,, 34-42 . Obtenido de La reforma educativa en el Perú .

Víctor Moreno, M. E. (14 de Marzo de 2013). Busca biografias. Obtenido de Biografía de Ramón Castilla: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/7438/Ramon%20Castilla