Artículo de información
José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez
18 de setiembre del 2023
Miguel Ángel fue uno de los más grandes artistas del Renacimiento italiano. Su obra abarcó la escultura, la pintura y la arquitectura, destacando en cada una de estas disciplinas artísticas. Su genio creativo y la intensidad emocional de sus creaciones lo convierten en una figura excepcional en la historia del arte (Fernández, 2004).
Durante su extensa carrera, dejó obras maestras tanto en Florencia como en Roma. Entre sus esculturas más admiradas se encuentran algunas realizadas en su juventud, como una Piedad que demuestra su gran maestría técnica. En la pintura alcanzó la grandeza con los frescos de la Capilla Sixtina, donde plasmó escenas bíblicas y una multitud de figuras en movimiento. En arquitectura projectó importantes edificios que revelan su genio para generar monumentalidad. Fue un artista polifacético que dominó los principales géneros artísticos de su época. La belleza física, el dinamismo y la intensidad emocional son cualidades constantes en sus creaciones, que le granjearon fama entre sus contemporáneos y admiración perpetua entre las generaciones posteriores (Fernández, 2004).
Historia
Miguel Ángel nació en 1475 en una familia noble venida a menos de la Toscana. Era el segundo de cinco hijos varones. Su madre falleció cuando tenía seis años. La familia vivía en Florencia donde su padre tenía algunos trabajos ocasionales para el gobierno. Miguel Ángel mostró interés por el arte desde pequeño, lo que le generó discusiones con su padre que quería preservar el prestigio familiar. Finalmente lo convenció para estudiar arte en Florencia. Tuvo una nodriza cuyo esposo era picapedrero, experiencia que influyó en su gusto por la escultura (Monteira Arias, 2021).
Aunque se dedicó al arte, mantuvo una buena relación con su familia. Cuando su hermano mayor se hizo monje, asumió la responsabilidad de la casa Buonarroti. Se encargó de aumentar el patrimonio familiar y buscó buenos matrimonios para sus sobrinos. Demostró sentido de responsabilidad familiar a pesar de su vocación artística (Monteira Arias, 2021).
Juventud
En sus inicios, estaba enfocado en captar la forma y musculatura del cuerpo humano, inspirándose en esculturas antiguas. Prefería la escultura sobre otros medios por permitirle representar figuras de forma monumental y dramática. Sus creaciones se caracterizaban por un realismo exaltado, buscando crear un mundo más bello que la realidad. Miguel Ángel recibió una sólida formación en Florencia gracias a grandes maestros, y el estudio de piezas clásicas moldeó su visión del arte y el cuerpo humano desde temprana edad (Cartwright, 2020).
“La influencia que estas obras clásicas tuvieron en Miguel Ángel es evidente en las figuras retorcidas de sus primeras obras maestras, la escultura en relieve conocida como La batalla de los centauros y los lápitas; hoy día se exhibe en el Museo de la Casa Buonarroti en Florencia. En la primera mitad de su carrera, la preocupación del artista por la Antigüedad es muy evidente en su trabajo; también se manifiesta en las numerosas tentativas de hacer pasar algunas esculturas como si fuesen realmente antiguas. En 1496, por ejemplo, esculpió el Cupido durmiente (que ahora está perdido), el cual fue «envejecido» para hacerlo pasar como una obra antigua auténtica; con éxito, este fue vendido al cardenal Rafael Riario. (Cartwright, 2020)”
Miguel Ángel desarrolló un estilo propio caracterizado por la búsqueda de la perfección anatómica y el dinamismo en sus figuras. Esto se aprecia en su dominio de la técnica del disegno, con la que estudiaba y plasmaba la complexión y poses del cuerpo humano. Inspirado por la escultura clásica, Miguel Ángel representaba cuerpos esbeltos en composiciones dramáticas y a gran escala. Prefería la escultura por permitirle moldear sus ideales de belleza física de forma monumental. Tanto en pintura como en escultura, sus obras se distinguen por un vigoroso realismo que exalta la anatomía humana en movimiento. Miguel Ángel buscaba trascender la realidad y crear un mundo ideal poblado por cuerpos esculturales en tensas e impactantes poses (Cartwright, 2020).
Característica de sus esculturas
Miguel Ángel fue un innovador en el uso de materiales para la escultura. Además del mármol, trabajó el bronce en obras como el David de Florencia. También utilizó materiales más económicos como la arcilla cocida para realizar modelos a pequeña escala de sus diseños. Incluso empleó la cera en algunas de sus esculturas, aprovechando la maleabilidad de este material para conseguir efectos expresivos (Melkart, 2018).
Otra característica distintiva de su estilo escultórico es la búsqueda del movimiento y la acción a través de poses dinámicas y anatomías tensas. Sus figuras nunca están tranquilas, siempre parecen estar a punto de caminar, luchar o alzar el vuelo. Logra transmitir una gran fuerza interior a pesar de tratarse de esculturas estáticas (Melkart, 2018).
Miguel Ángel también introdujo importantes innovaciones en el tratamiento del espacio escultórico. Sus grupos escultóricos tienen un gran sentido del volumen y la profundidad, con planos superpuestos y figuras entrelazadas. Juega con distintos puntos de vista, de modo que la escultura se puede apreciar desde múltiples ángulos (Melkart, 2018).
Por último, sus esculturas poseen un gran realismo anatómico fruto de sus estudios sobre el cuerpo humano. Miguel Ángel diseccionó cadáveres y realizó numerosos dibujos anatómicos para entender a la perfección la musculatura y los huesos. Este profundo conocimiento anatómico se plasma en la precisión de los detalles corporales de sus esculturas (Melkart, 2018).
Características de la pintura
Miguel Ángel cultivó la pintura principalmente en los techos de la Capilla Sixtina en el Vaticano. Su estilo pictórico se caracteriza por el dominio del fresco, técnica que consiste en pintar sobre el enlucido húmedo para que los colores se adhieran químicamente a la pared. Este método requiere rapidez de ejecución antes de que se seque el mortero.
Sus composiciones se distinguen por la monumentalidad, con figuras de tamaño gigantesco que ocupan todo el espacio. También destaca el dinamismo de las poses, que dotan de gran movimiento a las escenas. Utiliza el escorzo para representar figuras en posturas forzadas vista desde ángulos insólitos.
Otro rasgo distintivo es el despliegue del desnudo masculino, plasmando cuerpos atléticos y musculosos inspirados en la escultura clásica. Miguel Ángel demuestra su dominio de la anatomía humana y su obsesión por captar la belleza ideal del cuerpo.
Por último, en cuanto al colorido, utiliza una gama reducida de ocres, tierras, azules y verdes. No busca el colorismo, sino que se centra en el dibujo y el claroscuro para modelar las figuras. La luz intensifica el volumen y profundidad de los cuerpos otorgándoles relieves escultóricos.
Algunas obras
David
Una de las esculturas más famosas de Miguel Ángel es sin duda su David, una escultura de más de 5 metros de altura realizada entre 1501 y 1504. La escultura representa el momento previo a la batalla entre David y Goliat, cuando el joven David se dispone a enfrentar al gigante filisteo sólo armado con una honda (Varios, 2018).
Miguel Ángel logró dotar al David de un gran dinamismo y tensión muscular, como si estuviera a punto de entrar en acción. La postura contrapposto, con el peso del cuerpo apoyado sobre una pierna, era característica del arte clásico griego y permite resaltar los músculos y anatomía del cuerpo. Además, la mirada intensa y decidida de David transmite toda la determinación y valentía del personaje bíblico (Varios, 2018).
La escultura fue encargada por la Cofradía de la Lana para decorar el techo de la Catedral de Florencia, pero finalmente fue ubicada frente al Palazzo Vecchio, sede del gobierno florentino, como símbolo de la libertad republicana. Rápidamente se convirtió en una de las esculturas más admiradas del Renacimiento (Varios, 2018).
Moisés
Otra de las grandes obras escultóricas de Miguel Ángel es el Moisés, realizado entre 1513 y 1515 para la tumba del papa Julio II. La imponente figura de Moisés aparece sentado, sosteniendo las Tablas de la Ley, con una expresión fiera en el rostro y una larga barba que cae sobre su pecho (Varios, 2018).
La postura enérgica del personaje, con un brazo extendido y apretando su barba con la otra mano, transmite toda la ira divina cuando Moisés descendió del Monte Sinaí y encontró a su pueblo adorando un becerro de oro. Miguel Ángel logra capturar magistralmente la psicología del personaje a través de una postura dinámica y un rostro lleno de pasión (Varios, 2018).
Inicialmente la obra iba a formar parte del grandioso mausoleo del papa Julio II, pero después de la muerte de Miguel Ángel fue colocada en la iglesia de San Pietro in Vincoli de Roma, donde se encuentra actualmente. Es considerada una obra maestra del artista y un icono del arte renacentista (Varios, 2018).
Piedad Florentina
Hacia el final de su vida, entre 1547 y 1555, Miguel Ángel realizó una Piedad conocida como la Piedad Florentina o Piedad Bandini, que actualmente se exhibe en el Museo dell’Opera del Duomo de Florencia (Varios, 2018).
Se trata de un grupo escultórico en mármol que representa a la Virgen María sosteniendo el cuerpo sin vida de Cristo sobre sus rodillas después de haber sido descendido de la cruz. La escena transmite gran intensidad emocional a través de las facciones de dolor de la Virgen y la languidez del cuerpo de Cristo (Varios, 2018).
Esta fue la única escultura que Miguel Ángel firmó dos veces, en la cinta del pecho de la Virgen y en el brazo de Cristo. El artista trabajó en ella hasta poco antes de su muerte, por lo que se considera una obra muy personal que refleja su tormentoso estado anímico en la vejez. La Piedad Florentina es una muestra del virtuosismo escultórico de Miguel Ángel y un testimonio de su maestría técnica hasta el final de sus días (Varios, 2018).
Muerte
Miguel Ángel dejó una profunda huella en el arte universal gracias a su dominio técnico, su capacidad innovadora y la fuerza expresiva de sus obras. En el campo de la escultura llevó el lenguaje clásico a su máximo esplendor y supo imprimir un gran dinamismo y tensión a la piedra. En pintura destacan sus magníficos frescos, donde desplegó una monumentalidad y belleza ideal únicas. Y en arquitectura projetó obras tan insignes como la cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano. Miguel Ángel fue admirado en vida como un genuino genio, y aún hoy sigue considerándose uno de los más grandes artistas de todos los tiempos. Murió en Roma un 18 de febrero de 1564, a los 89 años. Sin duda fue uno de los gigantes del Renacimiento italiano.
Referencias
Cartwright, M. (18 de Agosto de 2020). World history. Obtenido de Miguel Angel: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-19089/miguel-angel/
Cunha, S. (27 de Mayo de 2020). Cultura genial. Obtenido de 9 obras que muestran el genio incomparable de Miguel Ángel: https://www.culturagenial.com/es/obras-miguel-angel/
Fernández, T. y. (3 de Setiembre de 2004). Biografias y vidas. Obtenido de Miguel Ángel: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/miguel_angel.htm
Melkart. (10 de Junio de 2018). El David de Miguel Angel. Obtenido de Detalles de la producción escultórica de Miguel Ángel Buonarroti: https://www.eldaviddemiguelangel.com/sobre-la-obra/detalles-de-la-produccion-escultorica-de-miguel-angel-buonarroti/
Monteira Arias, I. (12 de Setiembre de 2021). Historia national geographic. Obtenido de Miguel Ángel Buonarroti: el genio del Renacimiento: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/miguel-angel-buonarroti-genio-renacimiento_11177
Varios. (10 de Junio de 2018). Personajes historicos. Obtenido de Miguel Ángel Buonarroti: Biografía, Obras, Esculturas: https://personajeshistoricos.com/c-polimatas/miguel-angel-buonarroti/