El corazón sangra
derramando alma en el viento
consumido por ceniza
alguna vez chispeante
Las tierras del averno
observan impacientes
las reliquias de un sentimiento
caído en el olvido
Nada queda de un antes
solo sangre derramada
en una historia
que ahora no tiene sentido
Son los ángeles del infierno
complacidos por los fracasos
escritos en la pared del tiempo
con el sudor de los pudo ser