Artículo de opinión
José Carlos Botto Cayo
7 de noviembre del 2022
El Perú se caracteriza por tener excelentes escritores que nos han deleitado desde pequeños. Uno de ellos es Julio Ramón Ribeyro, quien escribiera su primer libro de cuentos, “Los gallinazos sin plumas”, en 1955. En esta obra se encuentra uno de sus cuentos más conocidos que lleva el nombre del libro, narrándonos de una manera muy cruda el problema de la pobreza y la explotación de muchos niños en Latinoamérica (Ribeyro, Los gallinazos sin plumas, 1955).
En el presente artículo queremos acercarnos un poco a la obra y a la vida de este gran autor. Sin lugar a dudas muchos se han deleitado con el cuento “Alienación”. el cual narra la historia de un joven de color que quiere vivir una vida como la de los n orteamericanos y como va cambiando sus costumbres y forma de comportamiento para llegar a parecerse a los Estadunidenses. El cuento nos va a llevar a su recorrido hasta los Estados Unidos y posteriormente a la guerra de Vietnam, de donde regresa con una discapacidad en la pierna, lo que lo llevara de regreso al Perú. Sin lugar a dudas, una obra muy cruda y realista (Ribeyro, La palabra del mudo. Cuentos, 1977).
Su historia
Un 31 de agosto de 1929 nace Julio Ramón Ribeyro en Lima. Fue el primero de cuatro hermanos (un varón y dos mujeres), hijos de Julio Ribeyro y Mercedes Zúñiga. De niño vivió en Santa Beatriz, un barrio de clase media y luego la familia se mudaría a Miraflores. Desafortunadamente, su padre fallecería y eso complicaría la situación económica de la familia (Escritores.org, 2013).
Realiza sus estudios escolares en el Colegio Champagnat de Lima. Luego de lo cual, ingresa a la Universidad Católica del Perú en el año de 1946, donde estudia letras y derecho. Abandonó los estudios jurídicos en 1952, cuando se encontraba en el último año de la carrera, al recibir una beca para estudiar periodismo en Madrid, adonde se trasladó en noviembre del mismo año (Fernández, 2022).
Hacia 1993 se radica en Lima. Ganó el Premio Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y caribeña, una de las obras literarias más prestigiosas en 1994, seguido del Premio Nacional de Literatura (1983) y el Premio Nacional de Cultura (1993). otorgado en el campo de la cultura hispanoamericana.
Está casado con Alida Cordero y tienen un hijo.
Ribeyro es un narrador de la Generación 50 y es considerado uno de los mejores narradores de América Latina. A pesar de su aparente conservadurismo formal, su narrativa hace una contribución crucial para reforzar la transición del Perú de la narrativa autoritaria a la narrativa urbana (Fernández, 2022).
El creador en sus propias palabras
Alonso Cueto, escritor, en un especial que realizan para la televisión nacional, menciona que la obra de Julio Ramón Ribeyro representa el mundo de la clase media, de los marginados, de los personajes que están viviendo al margen de la realidad. Del mismo modo, la escritora Alina Gadea menciona que, en los personajes de Ribeyro, la acción pasa siempre en la conciencia de ellos, así mismo menciona, que puede está contando una historia de manera muy simple con palabras muy sencillas pero su historia se desarrolla de manera muy profunda (Programa Presencia Cultural, 1994)
Ribeyro mencionó, en la entrevista a Presencia Cultural, que los escritores tienen que sentirse frustrados. Esto le hacía pensar que lo que hacía era menos de lo que realmente podía hacer, ya que, de otra manera, tendría que dejar de escribir al haber logrado la plenitud de su creación.
Respondiendo a como es él, menciona que uno contine múltiples personalidades y que es un error pensar que una persona es de una sola manera. Comenta, además, que cada uno contiene varios “yos” y se manifiestan de acuerdo al individuo con que uno trata. Por ejemplo, ser simpático con unos y antipáticos con otros, alegre con unos y depresivo con otros. Todo de acuerdo a la relación que tenga con ellos (Programa Presencia Cultural, 1994).
En la pregunta sobre sus inicios, cuenta que empieza a escribir desde la época del colegio, ahí considera que lo hacía muy bien. Pero en la etapa universitaria es cuando se inicia al conocer a otros jóvenes con la vocación literaria. Ellos son Carlos Germán Belli, Cecilia Bustamante, Wáshington Delgado, José Durand Flórez, Jorge Eduardo Eielson, Luis Loayza, Enrique Congrains Martín, Tulio José Carrasco Urruchi, Alejandro Romualdo, Juan Gonzalo Rose. Cuenta que eran muy unidos y entusiastas para literatura y que se leían unos a otros. Ellos fueron llamados la Generación del 50, la cual es llamada así debido a los cambios que hubo en esa época al Lima ir transformándose en una gran urbe y ello tuvo un impacto en estos jóvenes (Programa Presencia Cultural, 1994).
Sobre sus personajes, menciona que es un proceso muy complejo y que los fue tomando de la vida real o una construcción de varios de ellos. Es decir, que toma a dos o tres personas y las compone en uno solo. De ahí que fue creando la personalidad ficticia de estos, lo cual lo convierte en una especie de dios creador que puede darles vida, hacerlos crecer, triunfar o fracasar.
Aunque también a veces se ha encontrado con sus personajes, tanto reales o ficticios, lo cual le ha producido cierta sorpresa. Mencionó el caso de un obrero, al que conoció en la infancia, y que convirtió en un asesino para un cuento. Años después lo encontraría y grande fue su sorpresa, cuando esperaba que le reclamaría, este se acercó y lo felicitó ya que había leído la obra y le había gustado.
Al hablar sobre el deber del escritor, considera que es ser fiel consigo mismo. Así como producir y crear obras que le satisfagan, cualquier otra intensión de carácter extra literario siempre es un poco dudosa y discutible, y es tajante al afirmar que el escritor no debe permitir mensajes. El escritor no es un redentor, un transformador, un gurú ni un profeta. El escritor, simplemente es un hombre que utiliza el lenguaje como instrumento para la creación de obras bellas, perdurables y naturalmente humanas, que puedan trascenderlo y que puedan durar. Eso cree que es la misión del escritor (Programa Presencia Cultural, 1994).
Su partida
Julio Ramón Ribeyro partió hacia la eternidad un 4 de diciembre de 1994, el mismo año en que recibió el Premio de Literatura Juan Rulfo. Su voz a quedado en sus obras, las cuales han pasado a formar parte de nuestra historia.
Referencias
Escritores.org. (24 de Octubre de 2013). Obtenido de https://www.escritores.org/biografias/3036-ramon-ribeyro-julio
Fernández, T. y. (4 de Noviembre de 2022). Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Obtenido de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ribeyro.htm
Programa Presencia Cultural. (1994). Julio Ramón Ribeyro. Lima, Lima, Peru: Canal 7.
Ribeyro, J. R. (1955). Los gallinazos sin plumas. Lima: Círculo de Novelistas Peruanos.
Ribeyro, J. R. (1977). La palabra del mudo. Cuentos. Lima: Milla Batres Editorial.