Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

5 d e junio del 2024

La ciudad de Arica, en el extremo sur del Perú, cobró una importancia estratégica clave durante la Guerra del Pacífico. Tras la ocupación de Iquique y Pisagua por las tropas chilenas, los defensores peruanos comandados por el coronel Francisco Bolognesi se replegaron y atrincheraron en Arica a inicios de junio de 1880. Esta ciudad costera se convirtió en la última línea de resistencia para impedir el avance chileno hacia Lima. A pesar de la inferioridad numérica y de armamento, Bolognesi y sus hombres se prepararon para defender tenazmente Arica, convirtiéndose en un bastión del honor militar y el patriotismo peruano.

El 5 de junio, las fuerzas chilenas bajo el mando de Manuel Baquedano desembarcaron en las playas de Arica e iniciaron el asedio sobre las posiciones peruanas en los fuertes del Morro y la Ciudadela. Un intenso bombardeo artillero cayó sobre los defensores peruanos, que respondieron con valentía al fuego enemigo. En medio del fragor de la batalla, un proyectil impactó y destrozó el asta donde flameba desafiante la bandera nacional del Perú en la Ciudadela. Este incidente, aunque menor, marcaría el inicio de una de las más heroicas gestas en la defensa de los símbolos patrios durante aquel sangriento conflicto.

Situación peruana antes del ataque chileno del 5 de junio de 1880 en Arica

El ejército peruano se encontraba atrincherado en las defensas naturales y artificiales de la ciudad costera de Arica. Después de la derrota en la Batalla de San Francisco en diciembre de 1879, las tropas peruanas se replegaron hacia Arica con el objetivo de defender esta estratégica localidad (Cam, 2017).

Los defensores peruanos, comandados por el coronel Francisco Bolognesi, contaban con alrededor de 1.200 hombres y una docena de piezas de artillería. Se habían preparado para resistir un asalto chileno, reforzando las murallas y construyendo nuevas trincheras, aunque carecían de refuerzos y suministros adecuados (Cam, 2017).

Por su parte, el ejército chileno al mando del general Manuel Baquedano había desembarcado en las cercanías de Arica a finales de mayo. Con una fuerza de aproximadamente 10.000 hombres bien equipados y respaldados por la artillería naval, los chilenos se preparaban para tomar Arica (Cam, 2017).

A pesar de la abrumadora desventaja numérica y de recursos, los peruanos mantenían firme la decisión de defender Arica. La ciudad costera se había convertido en un bastión simbólico de resistencia en la campaña peruana de la Guerra del Pacífico. Las tropas de Bolognesi se preparaban para un enfrentamiento que determinaría el control estratégico de esta importante plaza portuaria en el sur de Perú (Cam, 2017).

Las primeras horas del 5 de junio de 1880 en Arica

Cuando los primeros rayos del alba iluminaron el cielo de Arica el 5 de junio de 1880, una densa niebla cubría la ciudad. Las tropas peruanas, comandadas por el coronel Francisco Bolognesi, permanecían firmes en sus posiciones defensivas, atentas ante cualquier movimiento del ejército chileno que se encontraba apostado en las cercanías (Palma, 2011).

Hacia las 7 de la mañana, la niebla comenzó a disiparse, revelando la imponente presencia de la escuadra naval chilena frente a las costas de Arica. Los buques de guerra abrieron un intenso fuego artillero contra las baterías peruanas en tierra, dando inicio a un bombardeo que sacudió la ciudad con violencia. El estruendo de los cañonazos retumbaba entre los edificios y defensas, mientras columnas de humo se elevaban en el aire (Palma, 2011).

Pese a la superioridad de fuego enemiga, los defensores peruanos, liderados por Bolognesi, respondieron con tenacidad el ataque chileno. Desde las trincheras y baterías de tierra, la artillería peruana devolvió los disparos en un intento por repeler el avance de las fuerzas invasoras. Las formidables defensas naturales y artificiales de Arica soportaban el embate con firmeza (Palma, 2011).

Conforme avanzaban las horas de la mañana, los chilenos intensificaron sus movimientos para ganar posiciones en tierra firme y preparar el asalto final sobre la ciudad. Ambos bandos se encontraban dispuestos a librar un combate decisivo por el control de esta estratégica plaza portuaria en el sur de Perú. La batalla por Arica había comenzado (Palma, 2011).

Caída e izada de la bandera peruana en Arica bajo fuego chileno

Con el intenso bombardeo naval, la situación se volvió crítica para los defensores peruanos en Arica. Uno de los proyectiles enemigos impactó directamente en el asta donde ondeaba la bandera nacional peruana, derribándola. Ver caer el emblema patrio en medio del fragor de la batalla resultó un duro golpe moral para las tropas (Rivera Malpartida, 2024).

Ante esta situación, el sargento peruano Juan Zamudio Zumelzú no dudó en exponerse al fuego enemigo. Con valentía ejemplar, se lanzó a recuperar la enseña nacional de entre los escombros. Una vez en sus manos, procedió a izar nuevamente la bandera en lo alto del mástil secundario, desafiando las balas chilenas que silbaban a su alrededor (Rivera Malpartida, 2024).

La heroica acción de Zamudio infundió nuevos ánimos en las tropas peruanas que, al ver nueva vez la bandera nacional desplegada, continuaron la defensa de Arica. El sargento se convirtió en un símbolo de coraje y amor patrio en esos momentos cruciales (Rivera Malpartida, 2024).

A pesar del arriesgado acto, la artillería chilena prosiguió con su incesante bombardeo, intentando doblegar la resistencia peruana. La flamante bandera izada por Zamudio se convirtió en un blanco codiciado, siendo nuevamente derribada por los impactos enemigos. Sin embargo, su izamiento había fortalecido la determinación de los defensores (Rivera Malpartida, 2024).

La batalla se intensifica el 5 de junio

A medida que avanzaba el día, el enfrentamiento entre peruanos y chilenos en Arica se volvía cada vez más intenso. Los defensores, atrincherados en sus posiciones, resistían con tenacidad el avance enemigo pese a la desventaja numérica y de recursos (Redacción, 2024).

Las tropas chilenas, respaldadas por un constante apoyo de la artillería naval, lanzaban oleada tras oleada de ataques contra las líneas peruanas. El estruendo de los cañones y el incesante cruce de balas y metralla convertían a Arica en un verdadero infierno (Redacción, 2024).

En medio del fragor de la batalla, actos de valor y sacrificio se sucedían en ambos bandos. Soldados peruanos como el sargento Juan Zamudio Zumelzú se exponían al fuego enemigo para mantener enhiesta la bandera nacional, símbolo de la resistencia (Redacción, 2024).

Conforme avanzaban las horas, las bajas se acumulaban y los peruanos se veían cada vez más superados por la fuerza invasora chilena. Aunque luchaban con denuedo, la toma de Arica por los chilenos comenzaba a ser inminente en esa jornada decisiva del 5 de junio (Redacción, 2024).

El juramento

Ante la inminente caída de Arica frente a las fuerzas chilenas superiores, el coronel Francisco Bolognesi reunió a sus oficiales y tropas en un gesto de inquebrantable valentía. En esos momentos cruciales, todos los peruanos presentes hicieron un solemne juramento (Redacción, 2024).

Juraron defender la ciudad hasta el último aliento, negándose a rendirse ante el enemigo invasor. Bolognesi y sus hombres estaban decididos a luchar hasta las últimas consecuencias, antes que entregar Arica a los chilenos (Redacción, 2024).

A pesar de este juramento y la tenaz resistencia, la superioridad numérica y de recursos chilenos comenzó a inclinar la balanza a su favor conforme avanzaba el día. Los intensos bombardeos navales y los repetidos asaltos terrestres fueron minando las defensas peruanas (Palma, 2011).

Las bajas se acumulaban, pero los defensores peruanos comandados por Bolognesi continuaban batiéndose con arrojo hasta entrada la noche, cuando la situación se volvió prácticamente insostenible ante el aplastante avance enemigo en Arica (Palma, 2011).

Referencias

Cam, L. E. (2017). El Morro de Arica. la Resistencia del Periodismo Peruano Durante el Cautiverio de Tacna y Arica. Perú: FONDO EDITORIAL DE LA ESCUELA DE EDICIÓN DE LIMA.

Palma, R. (2011). Tradiciones peruanas. Perú: QG Editores S.A.C.

Redacción. (5 de Junio de 2024). El Comercio. Obtenido de Día de la Bandera en Perú: Historia, significado e importancia y por qué se conmemora cada 7 de junio: https://elcomercio.pe/respuestas/por-que/dia-de-la-bandera-2024-en-el-peru-por-que-se-celebra-el-7-de-junio-origen-efemerides-tdpe-noticia/

Rivera Malpartida, R. A. (4 de Junio de 2024). Pagina 3. Obtenido de En honor al Día de la Bandera: https://pagina3.pe/columna/en-honor-al-dia-de-la-bandera/