Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

27 de noviembre del 2023

Simón Bolívar es considerado un héroe y padre fundador en varios países de América Latina. Sin embargo, investigadores modernos cuestionan muchos mitos sobre él. Uno de ellos es que en realidad no fue decisivo en las luchas independentistas, sino que más bien supo aprovecharse del trabajo previo de otros líderes locales (Van den Brule, 2019).

Uno de los temas controversiales es su liderazgo en las luchas independentistas suramericanas. Hay quienes indican que no fue realmente decisivo, sino que supo capitalizar el trabajo previo de numerosos próceres locales (de las Heras, 2022). Asimismo, se critica que a pesar de participar en la liberación de cinco naciones, no logró sentar las bases para la unión duradera entre ellas, fracasando como estadista (Cardona Z., 2016).

Otro punto polémico son los métodos autoritarios que empleó, como los fusilamientos masivos en Perú tras derrotar a los realistas. Estos excesos represivos parecen desmentir su imagen de libertador desinteresado, granjeándole más bien animadversión entre los propios emancipados (Rodríguez, 2019).

Un héroe controversial

A lo largo de su trayectoria, la figura de Bolívar genera posiciones encontradas. Por un lado, es visto como el padre de varias naciones y un símbolo de la lucha por la libertad en América Latina. Pero por otro, sus críticos señalan inconsistencias y controversias en sus acciones (Cardona Z., 2016).

Uno de los puntos discutibles es su postura ante la esclavitud. Si bien en 1816 decretó la liberación de esclavos que lucharan en el bando patriota, en 1821 suspendió la medida, aduciendo problemas financieros. Así, la esclavitud continuó siendo legal hasta 1854. Este vaivén en sus decisiones revela cierta ambigüedad moral al respecto (Rodríguez, 2019).

Otra controversia surge de sus enfrentamientos con otros próceres independentistas como San Martín o Santander. Bolívar terminó imponiéndose autoritariamente, marginando a quienes veía como rivales políticos, incluso si compartían la causa emancipadora. Este rasgo de intolerancia y afán de control absoluto han empañado su imagen para algunos (Cardona Z., 2016).

Asimismo, tras liberar a Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, fracasó en su intento de unirlos en una sola nación. Los conflictos internos y luchas regionales terminaron por separar los nuevos países, contrariamente al sueño integracionista de Bolívar. El Libertador ha sido parcialmente responsabilizado por no sentar las bases de una unión duradera entre ellos (Rodríguez, 2019).

Diferencias irreconciliables con San Martín

A pesar de compartir el objetivo independentista, la relación entre los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín estuvo plagada de recelos y disputas por el liderazgo militar y político. Sus personalidades y estilos de conducción enfrentados dificultaron siempre una alianza sólida y duradera (G. Paredes M., 2020).

Ya en su encuentro en Guayaquil en 1822, se hicieron patentes sus diferencias estratégicas respecto a cómo culminar la emancipación de Perú. Mientras San Martín abogaba por negociar con los realistas, Bolívar se inclinaba por derrotarlos militarmente. Esto se debía en parte a sus distintas extracciones sociales: aristócrata terrateniente uno; hijo de un coronel empobrecido el otro (G. Paredes M., 2020).

Tras la entrevista, San Martín abandonaría su cargo como Protector del Perú, facilitando el control absoluto de Bolívar. Este hecho ha sido interpretado por algunos historiadores como una imposición indirecta del venezolano mediante presiones políticas sobre su par argentino. Sea como fuere, la salida de San Martín despejó el camino para que Bolívar concentrase todo el peso del liderazgo independentista (Rodríguez, 2019).

San Martín escribiría: “Sea como sea, general, mi decisión está irrevocablemente tomada. He convocado al primer congreso de Perú para el día 20 del mes próximo y, al día siguiente de su instalación, me embarcaré rumbo a Chile, convencido de que mi presencia es el único obstáculo que le impide a usted venir a Perú con el ejército a sus órdenes. Para mí habría sido el colmo de la felicidad terminar la Guerra de la Independencia a las órdenes del general a quien América debe su libertad. El destino ordena otra cosa y debemos resignarnos a él” (Robert, 2020)

Más allá de las especulaciones, es indudable que entre ambos líderes la desconfianza mutua y las rencillas personales fueron insalvables, lo que terminó por dinamitar todo intento de cooperación conjunta. Sus gigantescos egos chocaron irremediablemente, en detrimento de la causa que decían defender (G. Paredes M., 2020).

Un liderazgo sobrevalorado

La visión histórica tradicional presenta a Simón Bolívar como un líder indispensable e insustituible de la independencia suramericana. Pero investigaciones actuales cuestionan la centralidad de su papel, indicando que se aprovechó del trabajo previo de múltiples caudillos locales (de las Heras, 2022).

De hecho, antes de la llegada de Bolívar ya se habían producido levantamientos, protestas y revueltas en muchas regiones contra el dominio español. Él se limitó a capitalizar el descontento generalizado que se respiraba en el ambiente para engrandecer su figura como máximo conductor del proceso (de las Heras, 2022).

Incluso en las batallas decisivas, tuvo a su lado a talentosos oficiales venezolanos, neogranadinos y argentinos que conocían mejor el terreno y las tácticas adecuadas. Sin ellos probablemente no hubiera obtenido las victorias que lo catapultaron como mito viviente (Van den Brule, 2019).

Así, no sería descabellado afirmar que aún sin Bolívar presente, tarde o temprano los criollos ilustrados habrían concretado la ruptura con España. La semilla independentista estaba largamente plantada en las colonias, germinando con o sin el Libertador. Su participación fue importante pero no definitoria (Van den Brule, 2019).

Fusilamientos masivos en Perú

Tras la batalla de Junín, que selló la derrota de los realistas en Perú, Bolívar ordenó una represión implacable hacia los vencidos. Su violenta reacción incluyó numerosos fusilamientos autorizados personalmente, en algunos casos sin siquiera celebrar consejos de guerra sumarios (Rodríguez, 2019).

Uno de los más polémicos fue el fusilamiento masivo de prisioneros tras la batalla de lea. Bolívar hizo formar a 520 soldados realistas desarmados y los pasó por las armas a sangre fría, a modo de escarmiento ejemplar. Este cruento acto, lejos de amedrentar al enemigo, lo enardeció aún más si cabe (Rodríguez, 2019).

Asimismo, en la antes pacífica Arequipa, Bolívar ordenó el fusilamiento de piuranos acusados de realistas, así como de numerosos prisioneros tomados en combate. La severidad extrema de estas represalias fue criticada incluso por algunos de sus más cercanos colaboradores, pero él hizo oídos sordos, convencido de la eficacia de sus métodos expeditivos (Rodríguez, 2019).

De este modo, al tiempo que consolidaba su fama de genio militar, Bolívar fue granjeándose la animadversión de amplios sectores de la población peruana, que lo veían más como un invasor despiadado que como un libertador desinteresado. Su obsesión por someter totalmente al enemigo anuló su instinto político y lo hizo perder el apoyo popular, crucial para la estabilidad de la naciente república (Rodríguez, 2019).

En conclusión

La figura de Simón Bolívar despierta tanto fervorosas pasiones como enconados rechazos hasta nuestros días. Su rol protagónico durante las luchas por la independencia en gran parte de Suramérica lo han convertido en un personaje mitificado por unos y denostado por otros.

Su participación en la emancipación del Perú pone de relieve la compleja dualidad que caracterizó todas sus acciones como líder militar y político. Sus incuestionables dotes de estratega y genio en el campo de batalla se vieron empañadas por la crueldad y autoritarismo exhibidos contra sus enemigos derrotados. La grandeza del héroe independentista llevaba siempre consigo la sombra ominosa del déspota intolerante. Por ello, el balance definitivo de su controvertida trayectoria sigue abierto a relecturas y reinterpretaciones desde múltiples ópticas, tanto laudatorias como condenatorias. Más allá de veredictos tajantes, la estatura del personaje radica quizás en su humanidad tan vulnerable al claroscuro.

Referencias

Cardona Z., P. (2016). Simón Bolívar visto por sus contradictores . Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, año 18, nº 35, 401-421.

de las Heras, M. (10 de Agosto de 2022). El debate. Obtenido de La cara oculta de Simón Bolívar, el «libertador» que decretó el exterminio de españoles: https://www.eldebate.com/cultura/20220810/espeluznante-cara-oculta-libertador-simon-bolivar_53802.html

  1. Paredes M., J. (20 de Enero de 2020). Er-saguier. Obtenido de San Martín y Bolívar en Guayaquil: https://www.er-saguier.org/crisisyestado-nacion.org/archivo/lecturas/San_%20Martin_y_Bolivar_en_Guayaquil_version_revisada.pdf

Robert, H. (2 de Diciembre de 2020). El historiador. Obtenido de Carta de José de San Martín a Simón Bolívar: https://www.elhistoriador.com.ar/carta-de-jose-de-san-martin-a-simon-bolivar/

Rodríguez, S. (2019). Bolivár contra Bólivar. Caracas: Equipo editorial de Biblioteca Ayacucho.

Van den Brule, Á. (27 de Abril de 2019). El confidencial. Obtenido de Simón Bolívar, el falso mito del héroe y libertador: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-04-27/simon-bolivar-falso-mito-heroe-libertador_1957938/