Artículo original
José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez
17 de abril del 2023
Johannes Brahms fue uno de los representantes más sobresalientes del romanticismo musical en Alemania durante la segunda mitad del siglo XIX. A través de una abundante producción sinfónica, camerística y vocal, Brahms realizó trascendentales aportaciones a diversos géneros musicales como el concierto, la sinfonía, la serenata, el réquiem y el lied. Su obra conjugó un riguroso dominio de las complejas estructuras musicales heredadas de sus predecesores clásicos vieneses, con una expresividad emotiva exuberante característica del romanticismo de su época. (Fernández, 2004).
La música de Brahms se distinguió por lograr una síntesis entre ese lenguaje musical erudito, basado en el contrapunto y el desarrollo motívico, con una gran carga expresiva y sentimental, derivada en parte de influencias populares como el vals vienés y la música húngara. Esa amalgama entre intelecto y emoción marcó uno de los caminos estéticos más fructíferos en la música romántica europea. (Saarbrücken, 2017).
Infancia y formación musical
Johannes Brahms nació el 7 de mayo de 1833 en Hamburgo, Alemania, en una familia de escasos recursos. Su padre, Johann Jakob Brahms, trabajaba como contrabajista en orquestas populares para ayudar a sostener la economía familiar. Desde muy pequeño, Johannes demostró poseer un talento prodigioso para la música. Con solo 7 años comenzó a tomar lecciones de piano, las cuales le fueron ofrecidas gratuitamente dada la precaria situación de la familia. (Fernández, 2004).
Quien se convirtió en el mentor musical más trascendental en la formación temprana de Brahms fue Eduard Marxsen, un respetado profesor en Hamburgo. Marxsen enseñó a Brahms composición y técnica pianística, y le inculcó un profundo conocimiento de los grandes maestros clásicos vieneses, en especial Mozart y Beethoven. Bajo su tutela durante la adolescencia, Johannes adquirió un dominio excepcional de las formas musicales tradicionales, que luego amalgamnaría brillantemente con el romanticismo. (Fernández, 2004).
La sólida formación musical que Brahms recibió en su Hamburgo natal sentó las bases que le permitirían convertirse posteriormente en uno de los compositores definitorios del romanticismo alemán, fusionando creativamente las influencias clásicas y populares que absorbió en su juventud. El joven virtuoso estaba preparado para comenzar una carrera prolífica (Fernández, 2004).
Los inicios de una carrera brillante
A los 20 años, Brahms ya era un consumado pianista y empezaba a darse a conocer como compositor. Realizó exitosas giras como concertista por ciudades de Alemania y Hungría. En 1853, a los 20 años, hizo su primera presentación importante en la ciudad de Hannover, interpretando su Concierto para piano No. 1 junto a la orquesta local. Esta magistral actuación como solista y compositor le abrió las puertas para presentar sus obras en toda Europa. (Platt, 2011).
Poco después, en 1854, Brahms conoció al afamado violinista Joseph Joachim, quien lo vinculó con el círculo musical en torno a Robert Schumann y su esposa, la notoria pianista Clara Schumann. Schumann quedó impresionado por el talento del joven y le profetizó un brillante futuro, promoviendo generosamente su música en influyentes medios. (Fernández, 2004).
En 1862, a los 29 años, Brahms se estableció en Viena, la capital musical europea. Allí encontró un ambiente propicio para desarrollar su carrera, estrenando nuevas obras y dirigiendo sus composiciones al frente de reconocidas orquestas. Pronto fue considerado un digno sucesor de las tradiciones musicales vienesas, representadas por figuras como Haydn, Mozart y Beethoven. (Platt, 2011).
La juventud de Brahms estuvo marcada por un irresistible ascenso como concertista y compositor. El prodigio de Hamburgo conquistó los más altos círculos musicales con su extraordinario dominio del piano, su creciente producción camerística y sinfónica, y su capacidad para sintetizar las escuelas clásica y romántica. Estaba llamado a revolucionar la música de su tiempo. (Fernández, 2004).
Etapa de madurez y obras cumbre en Viena
Durante las décadas de 1860 a 1890, Brahms produjo en Viena algunas de sus obras más aclamadas que lo consolidaron como una figura musical predominante. Compuso monumentales creaciones orchestrales como sus cuatro sinfonías, dos oberturas, dos serenatas, dos conciertos para piano y uno para violín. En música de cámara destacan sus tres sonatas para violín, dos para chelo, tres para piano, cuartetos y quintetos de cuerda. En el ámbito vocal sobresalen sus dos famosos requiem alemán y alto rhapsody, sus más de 200 lieder sobre textos románticos alemanes, y piezas corales como Schicksalslied. (Fernández, 2004).
Brahms desarrolló un lenguaje musical personal que sintetizaba influencias del barroco, el clasicismo vienés y el romanticismo expresivo. Sus obras maduras se caracterizan por un riguroso trabajo motívico y contrapuntístico, combinado con una gran carga emocional. Fue un consumado orquestador que exploró timbres instrumentales novedosos. Mantuvo sus ideales estéticos frente a las nuevas corrientes wagnerianas. Defendió la música pura, libre de narrativas externas. (Enciclonet, 2012).
En sus últimos años hasta su muerte en 1897, Brahms alcanzó gran fama mundial como director de orquesta interpretando un vasto repertorio sinfónico. Realizó memorables presentaciones de sus obras en Viena, Budapest y Hamburgo. Aunque abandonó la composición, en sus conciertos difundió incansablemente la música de los grandes maestros que lo precedieron. (Fernández, 2004).
Legado e influencia posterior
Johannes Brahms dejó un invaluable legado para la música culta europea. Impulsó el desarrollo sinfónico y camerístico en la tradición alemana. Compositores posteriores adoptaron aspectos de su lenguaje musical, como el uso del contrapunto y formas históricas. Su producción coral influyó ampliamente en el romanticismo tardío (Enciclonet, 2012).
Figuras como Gustav Mahler, Hugo Wolf y Arnold Schoenberg lo consideraron un antecesor directo. Mahler retomó sus grandes conjuntos vocales-instrumentales. Wolf y Schoenberg se inspiraron profundamente en sus lieder. Compositores del siglo XX como Stravinsky y Boulez estudiaron sus obras durante años, admirando su técnica compositiva. El legado de Brahms perdura hasta nuestros días. (Fernández, 2004).
Referencias
Enciclonet. (7 de Enero de 2012). Mcn biografias. Obtenido de Brahms, Johannes (1833-1897): https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=brahms-johannes
Fernández, T. y. (16 de Agosto de 2004). Biografias y vidas. Obtenido de Biografia de Johannes Brahms: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/brahms.htm
Platt, H. (2011). taylorfrancis. En H. Platt, Johannes Brahms (pág. 576). New York: Routledge.
Saarbrücken, L. (Noviembre de 2017). Oratorienchor Saarbruecken. Obtenido de Johannes Brahms – Ein Deutsches Requiem: http://www.oratorienchorsaarbruecken.de/wp-content/uploads/2021/09/201711_Programmheft_Oratorienchor-Web.pdf