Artículo de información
José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez
29 de febrero del 2024
El Coronel Manuel María Gómez fue un militar peruano que tuvo una destacada participación en diversos procesos bélicos de la historia del país durante el siglo XIX. Entre ellos, su actuación en la defensa de Lima en la Guerra del Pacífico en 1881 frente a la invasión chilena.
Gómez estuvo al frente de uno de los reductos en la batalla de Miraflores para intentar frenar el avance enemigo sobre la capital. Sobresalió por su extrema valentía en los combates, hasta que resultó gravemente herido, hecho prisionero y posteriormente ejecutado mediante el “tiro de gracia” en manos de tropas chilenas según crónicas de la época. También se conoce que el Coronel Gómez tuvo un importante vínculo familiar con el héroe del Combate Naval de Angamos, Miguel Grau, al estar casado con su hermana María Dolores Grau (Douglas, 2010).
Orígenes de un militar
Manuel María Gómez nació el 25 de abril de 1816 en la ciudad de Trujillo, Perú. Desde muy joven se inclinó por la carrera de las armas, motivado por varios familiares que habían servido en el ejército virreinal durante la etapa colonial. Se trasladó a Lima para iniciar su formación castrense (Barreda, 1959).
Ingresó en el Batallón “Legión Peruana de la Guardia” en 1834 para hacer la carrera militar. Participó en su primera campaña en la guerra entre Perú y Bolivia entre 1836 y 1839. En el periodo siguiente continuaría una larga hoja de servicios en diversas unidades militares, atravesando por los convulsionados procesos políticos de mediados del siglo XIX (Barreda, 1959).
Para 1853 Gómez había alcanzado ya el grado de Mayor, cuando contrajo matrimonio con María Dolores Grau Seminario, hermana del futuro héroe naval Miguel Grau. Esta unión familiar lo vincula a una de las más reconocidas figuras militares del Perú. En las décadas siguientes Gómez ascendería hasta Coronel, participando en varios de los conflictos bélicos de la época (Barreda, 1959).
Carrera militar anterior a la Guerra del Pacífico
Tras superar el grado de Mayor, Manuel María Gómez fue Comandante del Batallón Granaderos de la Guardia y luchó en el Combate del Dos de Mayo en el Callao en 1866. Posteriormente, ya con el grado de Teniente Coronel, integró en 1875 la expedición militar a Moquegua que sofocó el levantamiento del caudillo Nicolás de Piérola. También participó activamente como segundo jefe en la fallida campaña militar del norte del Perú de 1876 a 1877 (Douglas, 2010).
En reconocimiento a su veterana hoja de servicios, para 1879 Gómez había ascendido a Coronel graduado y prestaba funciones como Subdirector de la Penitenciaría de Lima. Cuando estalló la Guerra del Pacífico se integró nuevamente a filas en el Batallón Zepita N° 8 de Reservas como Jefe Superior, dada su gran experiencia en táctica militar (Douglas, 2010).
El Coronel Manuel María Gómez tuvo así una intensa carrera castrense significativa en el Ejército peruano durante más de cuatro décadas. Su prestigio militar y arrojo en el campo de batalla fueron ampliamente reconocidos por sus pares y superiores. Estas cualidades lo llevaron a tener un rol clave en la defensa de Lima cuando se desató la invasión chilena de 1881 (Virtual, 2021).
Actuación del Coronel Gómez en la sangrienta batalla
El Coronel Manuel María Gómez estuvo al mando directo de las fuerzas peruanas acantonadas en el Reducto N°3 ubicado frente a la avenida Progreso de Miraflores, sosteniendo la desesperada defensa con unos 500 hombres del batallón Zepita N°8 de Lima. Las descripciones de testigos calculan que la violentísima acometida de los 3.000 chilenos sobre esta posición avanzada ocurrió al promediar la mañana del 15 de enero de 1881 (Virtual, 2021).
Los soldados a cargo del Coronel Gómez en el Reducto resistieron con enconada bravura durante varias horas el constante asedio enemigo. El parte de guerra del General Baquedano informa que dicha fortificación de Miraflores no fue tomada hasta después del mediodía, costando mucha sangre su conquista final luego de un extenuante combate (Virtual, 2021).
Según varios relatos, durante el asalto el Coronel Gómez fue alcanzado por un disparo que fracturó uno de sus brazos. Pese a la herida continuó arengando y conduciendo la defensa hasta que otra bala chilena lo abatió totalmente. Los chilenos hallaron su cuerpo moribundo entre los escombros y es que él resistió casi sin vida por no abandonar el puesto encomendado (Virtual, 2021).
Las crónicas cuentan que al día siguiente, ya como prisionero herido de muerte, el Coronel recibió el tiro de gracia por parte de soldados enemigos que remataron a bayonetazos a los pocos sobrevivientes peruanos de aquel Reducto N°3 que durante horas enteros detuvo con sus vidas la avalancha invasora sobre la capital peruana (Virtual, 2021).
Búsqueda y hallazgo del difunto esposo
A la mañana siguiente de la batalla de Miraflores durante la Guerra del Pacífico que tuvo lugar el 15 de enero de 1881, Dolores Grau, la hermana mayor del almirante Miguel Grau, llegó hasta el sector del balneario buscando el cuerpo sin vida de su esposo, el coronel Manuel María Gómez. Acompañada por su sirviente de origen asiático, Dolores fue autorizada por los soldados del ejército chileno que ocupaba la zona para realizar la búsqueda. Se dirigió directamente a los alrededores del reducto donde según le habían informado había estado su esposo la víspera de la batalla (Cuya Vera, 2017).
Luego de espantar a golpes y gritos a los gallinazos que sobrevolaban los cientos de cuerpos sin vida esparcidos en el sector, Dolores reconoció finalmente el cuerpo sin vida del coronel Gómez. Se encontró con su cadáver tendido sobre su espalda, en estado de rigor mortis y con el semblante en una mueca horrenda según se pudo apreciar. La viuda se desplomó sobre el cuerpo abrazándolo mientras se quebraba en llanto ante lo irreversible de la escena (Cuya Vera, 2017).
Inclinada sobre el militar difunto, Dolores Grau pareció colapsar anímicamente ante el desenlace que le deparó la búsqueda. Entre manifestaciones de dolor y negación ante el fallecimiento, la mujer mayor debió ser finalmente auxiliada por el sirviente de rasgos orientales para culminar la macabra escena que tuvo que presenciar. Ambos procedieron luego a trasladar el exánime cuerpo militar hacía el transporte que los había conducido al sector aquella mañana (Cuya Vera, 2017).
Ya con el cuerpo sin vida del que fuera su pareja conyugal a bordo del vehículo, Dolores Grau emprendió su retirada abandonando el escenario bélico flanqueada por el hombre que la acompañaba. La determinación y entereza demostrada aquella mañana por la familiar directa del héroe máximo del Perú en el conflicto para poder cumplir con su responsabilidad de dar cristiana sepultura a los restos de su cónyuge, quedó plasmada en los registros de la época (Cuya Vera, 2017).
Referencias
Barreda, F. A. (1959). El caballero de los mares. Lima: Edición privada.
Cuya Vera, R. (28 de Octubre de 2017). Grau. Obtenido de Hermana de Grau en busca de un cadáver: https://www.grau.pe/biografia-de-grau/hermana-de-grau-en-busca-de-un-cadaver/
Douglas, W. (2010). portada Chorrillos y Miraflores. Batallas del Ejército de Chile. (Crónicas de Eduardo Hempel, Corresponsal de Guerra). Investigación, Transcripción y Notas de Walter Douglas Dollenz. Chile: Ril Editores.
Virtual, C. (11 de Junio de 2021). Cervantes virtual. Obtenido de La batalla de Miraflores: https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-campana-de-lima–0/html/ff9199e2-82b1-11df-acc7-002185ce6064_5.html