Quiero escribir letras heladas,
adornadas de palabras esclavas,
letras que busquen escapar del recuerdo
en un ambiente de lujuria eterna.
Poner las letras desnudas sobre el papel,
escribiendo cada verso monosilábico
para aferrarme a los escapes
en un poemario que resuena en la mente.
Busco el escape de las letras
en los cuadernos llenos de tinta,
escritos con las palabras que se enredan
como las serpientes de un trampolín.
Quiero que leas las hojas de la mente
que cada mañana de invierno
esculpimos en letras azules,
como los recuerdos del tiempo.
Desnuda tu alma ahora,
siente todas estas letras,
déjate sucumbir ante el amor
cuando las palabras asoman.
Palabras que danzan libremente,
desafiando la gravedad del pensamiento,
entrelazándose en un éxtasis sublime,
abriendo senderos hacia lo desconocido.
Deja que la tinta se deslice sobre la piel,
tatuando versos ardientes en tu ser,
permitiendo que las letras te posean
en un frenesí de pasión desbordante.
Sorbe las metáforas de mis labios sedientos,
embriágate con los ritmos de mi aliento,
hasta que nuestras almas se fundan en una
y las palabras se vuelvan carne viva.