Maria Salomé una gran y querida amiga

En la oscuridad del sueño
mientras los duendes duermen
cierro los ojos para ver tu rostro
en la pradera de los sueños

Los recuerdos de una vida
salpican la tinta del alma
en bellos recuerdos de un ayer
arrastrado por el viento

Puedo sentir un canto inusual
que me habla en notas mayores y disonantes
una voz de soprano en las letras del alma
que dibujan las estrofas de tu historia

Cada nota que salpica el viento
empieza a manchar las ventanas del futuro
como un renacer del ayer
que se va escribiendo con nuestros recuerdos

José Carlos Botto Cayo