Artículo de información

José Carlos Botto Cayo y Abel Marcial Oruna Rodríguez

25 de junio del 2024

La llegada de la televisión al Perú marcó un antes y un después en la vida cotidiana de los peruanos, transformando radicalmente la forma en que se entretenían, se informaban y percibían el mundo. Este nuevo medio de comunicación, que comenzó con transmisiones en blanco y negro y evolucionó hacia el color, se convirtió rápidamente en el centro de los hogares, cautivando a grandes y chicos con su magia audiovisual. Desde sus inicios, la televisión peruana se caracterizó por una mezcla de producciones nacionales e internacionales, reflejando tanto la realidad local como las influencias globales.

El desarrollo de la televisión en el país estuvo marcado por la competencia entre canales estatales y privados, cada uno buscando captar la atención del público con programaciones innovadoras y variadas. Los primeros años fueron testigos de un auge en la producción nacional, con programas infantiles, telenovelas, shows de variedades y espacios informativos que se convirtieron en parte fundamental de la cultura popular peruana. A medida que la tecnología avanzaba, también lo hacía la calidad y diversidad de la programación, permitiendo que la televisión se consolidara no solo como un medio de entretenimiento, sino también como una poderosa herramienta de información y formación de opinión pública.

Los albores de la televisión peruana

La televisión llegó al Perú en la década de 1950, marcando el inicio de una nueva era en la comunicación y el entretenimiento nacional. Las primeras transmisiones fueron realizadas por el Estado, sentando las bases para lo que sería un medio de comunicación fundamental en la sociedad peruana. Poco después, surgieron los primeros canales comerciales, ampliando la oferta y la competencia en el naciente mercado televisivo (Televisión, 2024).

Estos primeros años se caracterizaron por la experimentación y el aprendizaje. Los equipos eran voluminosos y complejos, y las transmisiones se realizaban en vivo, sin la posibilidad de grabar o editar el contenido. Los profesionales de la radio y el teatro fueron los primeros en adaptarse a este nuevo medio, trayendo consigo sus experiencias y habilidades para crear contenidos atractivos para el público (Televisión, 2024).

La programación inicial incluía una mezcla de producciones nacionales e internacionales. Los programas infantiles, los espacios de variedades y los noticieros fueron algunos de los formatos que rápidamente ganaron popularidad. Las telenovelas, que más tarde se convertirían en un pilar de la televisión latinoamericana, también encontraron su lugar en la pantalla peruana desde temprano (Televisión, 2024).

A medida que la televisión se expandía, su impacto en la sociedad se hacía cada vez más evidente. Se convirtió en una ventana al mundo para muchos peruanos, acercando culturas y realidades lejanas. Además, comenzó a jugar un papel importante en la formación de la opinión pública, especialmente en temas políticos y sociales. Este nuevo medio no solo transformó la forma en que los peruanos se entretenían, sino también cómo se informaban y entendían su realidad nacional e internacional (Televisión, 2024).

La evolución de la televisión

Los primeros pasos de la televisión en Perú fueron tímidos pero significativos. El 21 de septiembre de 1939, durante una exposición electrónica en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, se realizó la primera transmisión experimental de circuito cerrado, gracias al auspicio del Instituto de Investigaciones Científicas de los Correos de Alemania. Este evento marcó el inicio de la fascinación peruana por este nuevo medio de comunicación (Kennedy García, 2019).

La llegada oficial de la televisión al Perú se concretó a finales del gobierno de Manuel A. Odría (1948-1956). Un hito importante ocurrió el 16 de abril de 1955, cuando la compañía norteamericana Radio Corporation of America (RCA) distribuyó 10 receptores por toda la capital limeña, incluyendo uno en el hall de la sede central del diario El Comercio, y colocó un transmisor en el Hotel Bolívar. Este evento despertó un gran interés en la población y fue ampliamente cubierto por la prensa, con el prestigioso periodista Oscar Miró Quesada de la Guerra (Racso) explicando el funcionamiento del nuevo invento en una serie de artículos (Kennedy García, 2019).

El año 1958 marcó el nacimiento de los primeros canales de televisión peruanos. En enero, se fundó el Canal 7, una iniciativa conjunta de la UNESCO y el Gobierno peruano, bajo el nombre de Inca Garcilaso de la Vega (actualmente TV Perú). Pocos meses después, en diciembre, surgió el primer canal comercial del país, Canal 4, fundado por los empresarios Nicanor Gonzales y Antonio Umbert, con el nombre de Radio América TV Canal 4 (hoy conocido como América Televisión). La competencia se intensificó al año siguiente, cuando el 16 de octubre de 1959 entró en escena el Canal 13, más conocido como Panamericana Televisión, fundado por Genaro Delgado Brand e Isaac Lindley (Kennedy García, 2019).

La programación inicial de estos canales reflejaba una mezcla de producciones nacionales e internacionales. Panamericana Televisión, por ejemplo, estableció una sólida relación comercial con la CBS norteamericana, que le suministraba series de estreno. En el ámbito informativo, «El Panamericano» se convirtió en uno de los noticieros más populares, comenzando con transmisiones de 15 minutos y expandiéndose con el tiempo. En cuanto al entretenimiento, programas como «El Muñoz de Baratta Show», emitido entre 1959 y 1962, marcaron el inicio de la comedia televisiva peruana, fusionando influencias locales con ideas importadas de Argentina (Kennedy García, 2019).

La era dorada de ‘Trampolín a la fama’

‘Trampolín a la fama’, el emblemático programa conducido por Augusto Ferrando, marcó un hito en la televisión peruana desde su debut en 1966. Durante tres décadas, este espacio se convirtió en el rey del rating, cautivando a la audiencia con su mezcla única de entretenimiento y concursos. Emitido los sábados de 17:00 a 20:00 horas, el programa logró mantener a los espectadores enganchados durante tres horas, un logro notable para la época y prácticamente impensable en la actualidad (Jimenez, 2023).

La figura carismática de Ferrando fue fundamental para el éxito del programa. Conocido por sus coloridas camisas y su estilo particular de interactuar con el público, el conductor se ganó tanto admiradores como detractores. Algunos lo recordaban por su «bondad» al regalar productos y dinero en efectivo a los participantes, mientras que otros cuestionaban su «criollada» y la forma en que se dirigía a los concursantes, a menudo provenientes de sectores humildes de la sociedad (Jimenez, 2023).

Los juegos y concursos de ‘Trampolín a la fama’ se volvieron legendarios. Entre los más recordados estaba «Haga negocio con Cuco», donde los participantes podían ganar hasta mil dólares, una suma considerable en tiempos de crisis económica. Otro segmento popular era aquel en el que Ferrando pedía al público objetos inusuales a cambio de dinero en efectivo. Estas dinámicas, aunque simples, generaban gran expectativa y emoción entre los asistentes y televidentes (Jimenez, 2023).

El programa llegó a su fin el 11 de mayo de 1996, víspera del Día de la Madre, cuando Ferrando se despidió con la frase «Un comercial y ya no regreso». A pesar de las controversias que generó a lo largo de su existencia, ‘Trampolín a la fama’ dejó una huella en la cultura popular peruana y sentó las bases para futuros programas de concursos en la televisión nacional. Su legado se puede apreciar en shows posteriores que adoptaron elementos similares de interacción con el público y entrega de premios en efectivo (Jimenez, 2023).

Del debut a la consagración: El recorrido de Yola Polastri en la televisión peruana

La carrera televisiva de Yola Polastri comenzó precozmente a los 17 años, cuando ingresó a Panamericana Televisión en 1967. Durante sus primeros años en la pantalla chica, Yola participó en una variedad de programas y telenovelas, incluyendo «Ritmolandia», «Matrimonio y algo más», «El buen ambiente», «Topoyadas», «El Tío Johnny», «Simplemente María», «El Adorable Profesor Aldao», «Inconquistable Viviana Hortiguera» y «Un verano para recordar». Esta etapa inicial le permitió compartir escena con figuras destacadas como Ofelia Lazo, Saby Kamalich, Regina Alcóver, Ricardo Blume y Julio Alemán, sentando las bases de su futura carrera (Editores, 2024).

El año 1972 marcó un punto de inflexión en la trayectoria de Yola Polastri cuando se incorporó a América Televisión. Inicialmente contratada como conductora, pronto asumió también el rol de productora del programa «El Mundo de los Niños». Este espacio evolucionaría con el tiempo, cambiando su nombre a «Los Niños y Su Mundo» y finalmente al emblemático «Hola Yola». Durante 24 años ininterrumpidos, Yola dirigió y protagonizó estos programas, convirtiéndose en una figura icónica de la televisión infantil peruana y ganándose el apodo de «La Reina de los Niños» (Editores, 2024).

A lo largo de su carrera televisiva, Yola Polastri no se limitó a la conducción, sino que desarrolló múltiples facetas como cantautora, coreógrafa, libretista, directora y productora. Sus programas se caracterizaron por la formación de jóvenes talentos, conocidos como «burbujitos», entre los que se destacaron figuras como Jorge Benavides, Roxana Vargas, Michael Ovalle y Alberto Beingolea, quienes continuaron sus carreras en el mundo del espectáculo. La influencia de Yola en la televisión peruana fue tal que sus canciones interpretadas en sus programas son consideradas clásicos de la música infantil (Editores, 2024).

Sin embargo, a finales de la década de 1980 y principios de 1990, la carrera televisiva de Yola Polastri enfrentó nuevos desafíos. El fracaso de su programa «Hola Yola Rocker» y el surgimiento de programas infantiles de corte más moderno como «El Show de Yuly», «Nubeluz» y «El Show de Xuxa» marcaron el declive de su popularidad en la televisión. En 1994, tras más de dos décadas de presencia constante en la pantalla chica, Yola Polastri salió de la programación regular de América Televisión. A pesar de esto, su legado en la televisión peruana perdura, y ella continuó su carrera artística enfocándose en shows particulares, animaciones de eventos y su taller de jóvenes talentos, manteniendo vivo el espíritu que la convirtió en un ícono de la televisión infantil (Editores, 2024).

La comedia ambulante: del pavimento a la pantalla chica

La comedia ambulante en Perú tiene sus raíces en las calles y plazas de Lima, donde artistas populares comenzaron a presentar sus actos cómicos para ganarse la vida. Estos espectáculos callejeros, que mezclaban humor, crítica social y elementos de la cultura popular, fueron ganando popularidad entre los transeúntes y se convirtieron en una forma de entretenimiento accesible para las clases populares (Montoro, 2024).

A finales de la década de 1980 y principios de los 90, en medio de una profunda crisis económica y social, la comedia ambulante experimentó un auge significativo. Los cómicos ambulantes, con su estilo directo y cercano a la realidad cotidiana de los peruanos, se convirtieron en voceros no oficiales de las frustraciones y esperanzas del pueblo. Sus actuaciones en plazas, parques y mercados atraían a multitudes que buscaban un momento de risa en tiempos difíciles (Montoro, 2024).

El salto de la calle a la televisión se produjo a mediados de los años 90, cuando programas como «El show de los cómicos ambulantes» en Frecuencia Latina y «Los reyes de la risa» de Mónica Zevallos dieron espacio a estos artistas en la pantalla chica. Esta exposición televisiva amplificó enormemente su alcance y popularidad, convirtiendo a muchos cómicos ambulantes en verdaderas celebridades nacionales. Figuras como ‘Tripita’, ‘Petete’, ‘El Poeta de la Calle’ y ‘Loncherita’ se volvieron rostros familiares en los hogares peruanos (Montoro, 2024).

La comedia ambulante se caracterizó por su versatilidad, combinando monólogos humorísticos con crítica social, declamación de poesía y actuaciones musicales. Aunque a menudo se les criticó por su lenguaje coloquial y a veces vulgar, muchos de estos artistas demostraron una notable habilidad para la improvisación y una aguda percepción de la realidad social peruana. Su capacidad para hacer reír al público en medio de la crisis del gobierno de Alberto Fujimori les ganó un lugar especial en la cultura popular del Perú de finales del siglo XX (Montoro, 2024).

El legado duradero de la televisión peruana

La televisión peruana, desde sus humildes inicios hasta la actualidad, ha dejado una huella en la cultura y la sociedad del país. A lo largo de décadas, ha sido testigo y protagonista de los cambios sociales, políticos y económicos que han moldeado la nación. Programas como «Trampolín a la fama», «Hola Yola» y los shows de comedia ambulante no solo entretuvieron a millones, sino que también reflejaron las aspiraciones, preocupaciones y el humor único de los peruanos.

La evolución de la televisión en Perú demuestra la capacidad de adaptación y creatividad de los productores y artistas nacionales. Desde las primeras transmisiones en blanco y negro hasta la era digital, la industria televisiva peruana ha sabido reinventarse constantemente para mantenerse relevante. Figuras como Augusto Ferrando y Yola Polastri se convirtieron en íconos culturales, mientras que los cómicos ambulantes llevaron la voz de la calle a los hogares de todo el país, democratizando el entretenimiento y dando visibilidad a sectores tradicionalmente marginados.

Hoy, en la era de las plataformas de streaming y las redes sociales, la televisión peruana enfrenta nuevos desafíos y oportunidades. Sin embargo, su capacidad para conectar con la audiencia, contar historias locales y servir como espejo de la sociedad sigue siendo tan relevante como siempre. El legado de décadas de programación innovadora, talento local y momentos memorables continúa inspirando a las nuevas generaciones de creadores y artistas, asegurando que la televisión peruana siga siendo una parte vital de la identidad cultural del país en el futuro.

Referencias

Editores. (18 de Mayo de 2024). El Comercio. Obtenido de ¿Quiénes fueron los ‘burbujitos’ de Yola Polastri que luego tuvieron un exitoso paso en la televisión?: https://elcomercio.pe/respuestas/quien/quienes-fueron-los-burbujitos-de-yola-polastri-que-luego-tuvieron-un-exitoso-paso-en-la-television-tdpe-noticia/

Jimenez, M. (24 de Noviembre de 2023). Infobae. Obtenido de ‘Trampolín a la fama’: ¿Cómo eran los juegos y dinámicas que se realizaban en el recordado programa de Augusto Ferrando? : https://www.infobae.com/peru/2023/11/24/trampolin-a-la-fama-como-eran-los-juegos-y-dinamicas-que-se-realizaban-en-el-recordado-programa-de-augusto-ferrando/

Kennedy García, K. (21 de Noviembre de 2019). El Comercio. Obtenido de La televisión peruana a través del tiempo: https://elcomercio.pe/archivo-elcomercio/dia-mundial-de-la-television-television-peruana-noticia/

Montoro, R. (2 de Abril de 2024). Infobae. Obtenido de Los cómicos ambulantes de antaño: emotivas declamaciones de poemas, monólogos que invitaban a la reflexión y los artistas que hicieron historia: https://www.infobae.com/peru/2024/04/02/los-comicos-ambulantes-de-antano-emotivas-declamaciones-de-poemas-monologos-que-invitaban-a-la-reflexion-y-los-artistas-que-hicieron-historia/

Televisión, A. (4 de Mayo de 2024). Archivos vegetales. Obtenido de Historia de la Televisión Peruana – América TV 40 años: https://www.youtube.com/watch?v=TmRAHlZrRYw