En ese sentido, dijo que, en general, el impacto para los operadores logísticos que manejan productos del sector escolar, es el incremento, de entre “15% y 20%, sobre su nivel de facturación normal”.
Sin embargo, según dijo Ramos, aún existen muchas variables que mejorar en el sector logístico para hacer frente la campaña escolar y uno de ellos tiene que ver con la mano de obra, pues, al ser una campaña corta y de mucha carga operativa, algunos operadores precisan la contratación de personal en forma temporal. “En este punto, el riesgo que se corre es, justamente, no tener al personal capacitado o con experiencia necesaria en actividades propias de un almacén”, precisó.
Es decir, bajo ese contexto, no dimensionar bien el volumen que se va a manejar en una campaña puede traer, muchas veces, serios problemas logísticos al cliente final.
Por ello, recomienda a las empresas, prepararse con tres y hasta cuatro meses, previo a la campaña escolar, para responder adecuadamente la demanda. “El 90% del éxito en una campaña escolar está justamente en la planificación de la logística desde el almacén hasta su llegada al cliente final”, precisó el ejecutivo.