Gobierno espera mejorar calidad de sus productos y la sostenibilidad de la agricultura.
Fue al aprobar el reglamento del D. Leg. 1387 que afianza las compentencias, funciones de supervisión y sanción, así como la rectoría del Senasa, adscrito al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), en materia de sanidad agraria, inocuidad de alimentos agropecuarios de producción y procesamiento primario, incluido el control de la producción orgánica.
Con esta normativa, el Senasa reforzará su labor en la prevención, corrigiendo conductas o actividades que arriesguen la vida, salud de las personas y animales, asimismo, preservará los vegetales y la inocuidad de los alimentos agropecuarios de producción y procesamiento primario para consumo humano y piensos, nacionales e internacionales.
La entidad está facultada también a realizar comisos, retorno, inmovilización, cuarentena, retención, reembarque, rechazo, retiro del mercado, incautación, incineración, destrucción, sacrificio, suspender actividades, cancelar registros, cierre o clausura temporal o definitiva, según corresponda a cada actividad.
Se le confiere asimismo las funciones técnicas y administrativas como autoridad en semillas para normar, promover, supervisar y sancionar las actividades relativas a la producción, certificación y comercialización de semillas de buena calidad, refiere el D. S. Nº 013-2019-Minagri.
En este contexto, la norma desarrolla la rectoría del Senasa en materia de sanidad agraria; la inocuidad de los alimentos agropecuarios de producción y procesamiento primario y piensos; y la fiscalización de la producción orgánica. Además, refiere que la actividad administrativa de fiscalización se encargará a los inspectores del Senasa en el marco de su competencia, entre otros aspectos.
Ejecución de oficio
El nuevo reglamento del D. Leg, 1387 se refiere a las disposiciones para la ejecución de oficio a cargo de los inspectores del Senasa, de las medidas administrativas de carácter preventivas, complementarias y cautelares.
Estas últimas orientadas a prevenir, revertir o disminuir los efectos negativos de una determinada conducta que afecta la preservación de los vegetales, salud animal, la inocuidad de los alimentos agropecuarios de producción e insumos agrarios, entre otros.